Sergio «Maravilla» Martínez consiguió en 2010 el título mundial de los medianos de la OMB y la CMB y fue elegido como el boxeador del año por este último consejo mundial. Dos años más tarde, protagonizó el acontecimiento deportivo argentino del año y uno de los triunfos boxísticos más brillantes y épicos del siglo ante Julio César Chávez (hijo), tanto por su previa como por la pelea en sí. En 2014, los roles se invirtieron y fue protagonista de un fracaso pocas veces visto cuando se enfrentó al puertorriqueño Miguel Cotto y perdió sin atenuantes. Hoy, a casi 6 años de su última pelea, su vuelta a la actividad parece estar cerca.
El boxeo argentino históricamente fue cuna de campeones mundiales de boxeo. Pasando por Pascual Pérez, Nicolino Locce, Carlos Monzón y Víctor Galindez, entre otros. Hoy la realidad es muy distinta y el país tan solo tiene un campeón a nivel mundial, Jeremías Ponce, quien es el monarca de la categoría súper ligero de la OIB (Organización Internacional del Boxeo), pero la FAB no reconoce a dicha organización.
El último gran boxeador argentino hasta el momento que grabó a fuego su nombre en las páginas doradas de la historia del boxeo argentino fue Sergio “Maravilla” Martínez. El oriundo de Quilmes tiene una particular historia y un gran legado que puede llegar a tener un nuevo capítulo.
El 15 de Abril de 2010, en Atlantic City, Estados Unidos, “Maravilla” se enfrentó a Kelly Pavlik, hasta entonces campeón mundial mediano de la CMB y de la OMB. Allí, Martínez dominó a tal punto la pelea que, a pesar de que el árbitro le inició la cuenta hasta 10 dos veces entre la quinta y la octava entrada, Sergio ganó el combate por decisión unánime del jurado, obteniendo así los dos títulos mundiales que estaban en juego.
En 2011, al vigente campeón le tocó defender los títulos en dos oportunidades. La primera en marzo, frente al ucraniano Sergiy Dzinziruk, quien nunca en sus 37 combates previos había tocado la lona con algo más que no fuesen las plantas de sus pies. Aquella noche frente al campeón fue derribado 5 veces al suelo del ring.
“Maravilla” demostró al mundo que el cinturón de mejor boxeador de peso mediano en el mundo lo tenía bien merecido.
Meses más tarde, en octubre y pese a que no aparecían rivales, Martínez se enfrentó Darren Baker, un púgil ingles casi desconocido que se ofreció para la pelea por Twitter. A la hora del combate, resultó ser un rival mucho más difícil de lo que parecía pero, a falta de un round para que finalice la pelea, “Maravilla” conectó una derecha que no solo hizo que el europeo vaya a la lona, sino que terminó la pelea con ese golpe.
Cuando seguía siendo el campeón vigente, la CMB decidió que la defensa del título la realice el mexicano Julio Cesar Chávez Jr frente a Marco Antonio Rubio, en principio por los problemas que tenía la empresa encargada de transmitir las peleas, HBO, y el argentino. Luego de esto, Martínez entró en conflicto con el consejo y con la empresa televisiva y comenzó a trabajar para conseguir nuevamente el título que le correspondía.
Luego de vencer a Matthew Macklin, Martínez se ganó el derecho a pelear por el título que le había sido arrebatado un año antes y que Julio Cesar Chávez Jr había capitalizado. El combate se dio finalmente el 15 de septiembre de 2012, en Las Vegas, Estados Unidos. Allí, el argentino demostró que no luchó ni reclamó tanto en vano. En la previa había declarado que “destruiría” al mexicano y que recuperaría el título que le pertenecía. Y no defraudó. En 11 de las 12 entradas que se vieron en el Thomas and Mac Center, “Maravilla” superó a Chávez Jr desde todos los puntos y aspectos analizables del deporte. El argentino dominó al mexicano, que resistió con gran fortaleza la demostración boxística de Martínez.
Pero hubo un paréntesis en la pelea que le otorgó un toque de emotividad y suspenso que quedó grabado en la mente de todos los seguidores y amantes del deporte. En el último round, el mexicano, sorpresivamente, logró romper la defensa de Martínez, algo que no había pasado en casi ningún momento de la velada y lo mandó a la lona a falta de poco más de un minuto para que finalice el combate. El quilmeño, aun mareado por el golpe que lo hizo caer, le plantó cara al campeón, incluso con los riesgos que eso implicaba.
Finalmente, el jurado norteamericano falló en las tarjetas de forma unánime a favor del argentino y recuperó el título que le había sido arrebatado sin poder evitarlo un año atrás y dejó para siempre a esa noche grabada en la historia del boxeo, por su logro y por la demostración de boxeo que realizó para conseguirlo.
Luego de la primera defensa algo ajustada (con caída incluida en el octavo round) pero victoriosa al fin frente al inglés Martin Murray en lo que fue su primera pelea en nuestro país, “Maravilla” tuvo que combatir frente a Miguel Cotto. La pelea se dio el 7 de junio de 2014 y, antes de que sonara la campana de inicio, ya había ciertas dudas sobre el estado del argentino, ya que se comentaba que no estaba óptimamente recuperado de las lesiones que arrastraba. Y esto se vio evidenciado en el ring. En el primer round, Martínez cayó 3 veces sorprendiendo a propios y ajenos, más siendo el defensor del título mundial. Luego de soportar los embates del puertorriqueño por 8 rounds más, en el noveno volvió a caer y antes de arrancar el décimo desde el rincón argentino hicieron volar la toalla, haciendo así finalizar la pelea por knockout técnico antes de arrancar el décimo asalto.
Una semana más tarde y a los 40 años, “Maravilla” anunció su retiro oficial, debido a la gran cantidad de lesiones, principalmente en sus rodillas. Pero eso pareciera estar por cambiar.
En varias oportunidades, el argentino se mostró con ganas de volver a subirse a un ring, incluso se había pactado una revancha frente a Julio Cesar Chávez Jr, con un gran ida y vuelta en Twitter incluido, pero finalmente nunca se dio.
Actualmente, desde el entorno de Martínez aseguran que este regreso está próximo a concretarse. El mismo boxeador había afirmado meses atrás que se estaba preparando hace dps años para volver a boxear e incluso había lugar y fecha confirmados para la vuelta, que sería el 6 de junio en Madrid con rival a conocer, pero esto se vio afectado por la pandemia del COVID-19 y no podrá darse.
Una vez que pase la pandemia, se podrá volver a hablar de fechas de regreso, pero lo cierto es que el último memorable boxeador argentino aun no quiere despedirse y, fiel a su estilo, luchará como sea para escribir una página dorada más para la historia del boxeo nacional.
Autor: Pablo Casarico