A 30 años de la caída del Muro de Berlín: ¿cuál es la situación de Alemania en la actualidad?

El 9 de noviembre de 1989, cientos de ciudadanos alemanes derribaron el muro que dividió Alemania durante casi 30 años en dos territorios: el este, […]

El 9 de noviembre de 1989, cientos de ciudadanos alemanes derribaron el muro que dividió Alemania durante casi 30 años en dos territorios: el este, socialista y apegado a la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial; y el oeste, capitalista. Desde los orígenes político-económico de estos sistemas de gobierno, la división generó una lucha fervorosa entre ambos bandos. La situación, entre curiosa, trágica y risueña, se globalizó hasta llegar a que en los mundiales de fútbol participaron las dos Alemania, Oriental y Federal, por separado. 

Así como en una línea histórica tradicional se marcan la Caída de Constantinopla o la Revolución Francesa como hechos que marcan y rompen los paradigmas de esos tiempos, debemos marcar la Caída del Muro de Berlín como un momento en el que la historia comenzó a mutar hacia un período postmoderno donde el capitalismo avanzó en una gran porción del territorio mundial en desmedro del socialismo. Claro, el relato lineal suena simple y llano, pero el contexto político-económico de los noventa es mucho más radical y rupturista para los tiempos que hoy corren que el derrumbe del Muro.

Los simbolismos de la época marcaban el desgaste y la tirantez de la relación EEUU-URSS, protagonistas excluyentes de la famosa “Guerra Fría” que duró 50 años desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída de la URSS en 1991, y propiciaron al recrudecimiento del conflicto. Previo al fatídico Noviembre de 1989, Ronald Reagan, presidente de EEUU, y Mikhail Gorbachov, líder de la URSS, firmaron un tratado para el desarme nuclear de sus arsenales y apaciguar el contexto de violencia reinante de la época. En esas reuniones, Reagan dio un discurso que ejemplifica la época: “Secretario General Gorbachov, si usted quiere la paz, la prosperidad para la URSS y Europa del Este, si quiere la civilización, abra la puerta…Señor Gorbachov, tire abajo ese Muro”, instando a su par soviético de romper el régimen socialista impuesto en Europa Del Este denominado “Cortina de Hierro”

Tomamos el discurso como símbolo ejemplificador de la época y lo traspolamos al territorio alemán. La caída del Muro es un hecho que podemos considerar un eslabón más del derrumbe de la URSS y el advenimiento del capitalismo como sistema de gobierno hegemónico en el mundo. Tras la Perestroika y la Glasnost (la URSS se abrió al mundo en materia política y económica al mundo), los regímenes socialistas comenzaron a mermar, y Alemania no fue la excepción. En territorio teutón, muchas de las diferencias entre el ala Federal y la Oriental persisten hasta hoy:

Alemania, a 30 años de la caída del Muro. La parte Federal (Oeste) cuadruplica en población a la parte Oriental (Este).
Fuente: La Nación
La comparación Salarios-PBI per cápita entre este y oeste. Siguen profundizándose las diferencias.
Fuente: Destatis

Los datos son elocuentes. La fragmentación se agudizó con el recrudecimiento del régimen socialista en el ala Oriental y las diferencias con el oeste fueron creciendo hasta el punto de ser síntomas característicos de la región. A su vez, los procesos de industrialización fueron diametralmente opuestos: mientras que los Federales apostaron al crecimiento, desarrollo y consolidación de industrias que permitan el crecimiento del país, en el este fue todo más efímero y una constante busca de sostener, a rajatabla, un régimen que hizo agua por muchos lados. 

El trabajo para sostener la división llevó consigo 150 personas en el intento de huir, unas 40.000 que emigraron a otros países desde la RDA y un costo aproximado de más de 100 millones de marcos. Sin el sustento de la URSS y el resbrebrajamiento de la Cortina de Hierro, la división quedó obsoleta. No obstante, las diferencias persisten. 

Diego Salgado – @Diego_Salgado6

2°A Turno Noche

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