Oscar Alfredo y Juan Gálvez son nombres resonantes en la historia del automovilismo nacional. Protagonistas del Turismo Carretera, la categoría más popular del país, con 14 títulos entre ambos, son dos íconos del deporte automotor que consiguieron algo tan impensado como apoderarse de la tan soñada tapa de El Gráfico en más de 30 ocasiones, desplazando al deporte que en esa época era un fenómeno popular, como el fútbol. Y que lo sigue siendo.
Su máximo esplendor se dio por apariciones en la parte frontal de la revista entre las décadas del 40 y 50. La mayoría por sus grandes actuaciones en las diversas categorías del automovilismo. Incluso, en una de ellas “El Aguilucho” aparece abrazando al por entonces Presidente de la Nación, que era Juan Domingo Perón.
Los hermanos tuvieron su primera tapa el 17 de noviembre de 1939, cuando empezaban a hacer conocidos tras ganar el Gran Premio Argentino y el Extraordinario, a bordo de un Ford V8, con Oscar como conductor y Juan como acompañante. Luego, cada uno emprendió su camino con los motores.
La carrera del mayor de los hermanos los ubicó como el tercer piloto con más campeonatos del Turismo Carretera con 5 en los años 1947, 1948, 1953, 1954 y 1961, siempre de la mano de Ford, la marca que lo acompañó en toda su trayectoria en la categoría. También se coronó en los Gran Premio Internacional Ciudad de Rafaela, Ciudad de Bell Ville, Ciudad de Montevideo, Primavera y III Gran Premio Eva Duarte de Perón.
Juan consiguió nueve campeonatos en la misma categoría que su hermano, en la cual competían y se disputaban los trofeos. Es hasta el día de hoy el piloto con más títulos de Turismo Carretera y más carreras ganadas. Los años de sus consagraciones fueron 1949, 1950, 1951, 1952, 1955, 1956, 1957, 1958 y 1960.
Insólitamente, la inclinación por un partido político y su estrecha relación con el ex presidente le impidió durante la dictadura militar que derrocó a Perón participar de cualquier evento automovilístico y debió seguir su carrera fuera del país.
Las diferentes personalidades los distinguían claramente a los dos. Oscar, el mayor, extrovertido, carismático, revoltoso, exultante en sus victorias y furioso en sus derrotas, exponía cada sentimiento hacia los demás con sus acciones o palabras. Estos rasgos se hacían notar en las tapas de la revista, donde tuvo una gran cantidad de apariciones en solitario.
Juan Gálvez, en cambio, era todo lo opuesto. Perfil bajo, callado y pensativo cada vez que se lo veía, no le gustaba mostrar sobresaltos en su temperamento. Sin embargo, los dos se ganaron el cariño de la gente a pesar de sus diferentes carismas.
La última portada de El Gráfico en la que aparecen juntos salió a las calles el 3 de enero de 1962, época en la cual los dos ya tenían un gran reconocimiento por el público fanático de las carreras de autos y estaban pasando por el final de sus trayectorias.
Juan Gálvez falleció el 3 de marzo de 1963 en la carrera de Olavarría, la única que nunca pudo ganar. En ese momento se codeaba ante el local, Dante Emiliozzi para poder conseguir su tan ansiada victoria. Pero su cupé Ford se desestabilizó en la “Curva de Los Chilenos”, lo que provocó el vuelco del automóvil y que se produzca la muerte instantánea del piloto que no usaba cinturón de seguridad tras ver la muerte de un colega carbonizado.
Unos días antes de morir, Oscar recibió el homenaje por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que renombró el único circuito de la provincia de Buenos aires como “Autódromo Ciudad de Buenos Aires Oscar Alfredo Gálvez”. El 16 de diciembre de 1989 perdió la vida y tres días después, El Gráfico le otorgó una tapa.
El complejo en el cual se encuentra la pista con el nombre del hermano mayor, cambió el nombre unos años después y pasó a llamarse “Autódromo Oscar y Juan Gálvez” en recuerdo hacia dos de las más grandes figuras del automovilismo argentino junto con Juan Manuel Fangio, que siempre estarán presentes mientras el sonido de de los motores sigan rugiendo y las ruedas sigan marcando el asfalto.
Tomas Ponce, 2ºB turno tarde.