Histórico y mundial: el estadio Centenario de Montevideo

Cuando se habla de estadios con historia en Sudamérica, sin dudas uno de los primeros que se le viene a la mente a cualquier fanático […]

Cuando se habla de estadios con historia en Sudamérica, sin dudas uno de los primeros que se le viene a la mente a cualquier fanático del fútbol es el estadio Centenario de Montevideo. Y vaya si tiene historia, que fue allí donde comenzó a escribirse la gran historia de los mundiales.

Es uno de los 15 estadios más grandes de Sudamérica. Fue construido por aproximadamente unos quinientos trabajadores inmigrantes en tan solo nueve meses, realizando una jornada laboral de tres turnos diarios, y con el único fin de recibir todos los partidos que se iban a realizar de la primera copa del mundo organizada por la FIFA. Lamentablemente esto no pudo ser, debido a fuertes lluvias que hubo en la capital uruguaya durante un tiempo antes a la inauguración del mundial, lo que produjo que también debieran disputarse algunos partidos en el estadio Parque Central, casa de Nacional de Montevideo y en el estadio Pocitos, casa de Peñarol.

La inauguración fue el 18 de julio de 1930, fecha que coincidió con el 100 aniversario de la fiesta patria que conmemora la adopción y jura de la Constitución Nacional que le dio nombre al país, y fue por este motivo que se decidió bautizarlo con el nombre que le quedaría hasta la actualidad: Estadio Centenario.

El primer partido que se disputó, enfrentó a las selecciones de Uruguay contra la de Perú, con triunfo de los charrúas por 1 a 0, con gol de Héctor “Manco” Castro.

Cuenta con dos tribunas populares, denominadas así, porque el valor de su entrada es más económico y accesible que el de una platea. En la popular norte se ubica la tribuna Colombes denominada así en homenaje a la localidad francesa en la que está ubicado el estadio donde la selección uruguaya obtuvo la primera medalla de oro olímpica en fútbol en 1924. Mientras que en la popular sur se encuentra la tribuna Ámsterdam, denominada así ya que fue en esa ciudad donde los celestes se coronaron campeones olímpicos por segunda vez consecutiva en 1928.

Es catalogado por el pueblo uruguayo como un talismán, ya que además de la Copa del Mundo de 1930, el Estadio Centenario fue sede del Campeonato Sudamericano 1942, el Campeonato Sudamericano 1956, el Campeonato Sudamericano 1967 y la Copa América 1995, y todos estos torneos disputados allí fueron ganados por Uruguay, siendo la única selección hasta el día de hoy en consagrarse campeona en éste estadio.

Además de estos eventos deportivos a nivel seleccionado, el Estadio Centenario fue sede de del primer partido de la primera Copa Intercontinental en 1960 que enfrentó al Real Madrid, campeón de Europa, y a Peñarol, campeón de América; y también fue sede del tercer encuentro definitorio de la final de la Copa Intercontinental de 1967 que disputaron Celtic de Escocia contra Racing Club de Avellaneda, campeones de Europa y América respectivamente, consagrándose el conjunto argentino como campeón del mundo con el famoso gol del “chango” Cárdenas.

No solo es sede de todos los encuentros que Uruguay hace de local, sino que además, equipos como Nacional y Peñarol disputan muchos partidos de torneos nacionales e internacionales allí, debiendo pagar un alquiler del estadio, y varios equipos de liga uruguaya realizan lo mismo en sus encuentros de local contra Nacional y Peñarol.

El 18 de Julio de 1983 fue declarado por la FIFA como “Monumento Histórico del Fútbol Mundial”, siendo el único en todo el mundo en recibir tal privilegio.

Matías Fernández, 2A TM