Un bronce no deseado, pero bronce al fin

Parecía que lo harían de nuevo. Que se quedarían con el título, y serían bicampeones. Como no esperarlo. Derrotaron con categoría a sus tres oponentes de la fase de grupos. A su vez, realizaron una mejor performance en ambos lados del campo respecto a España, vencedor de la otra zona. Pero en la fase eliminatoria todo fue diferente. Lamentablemente, Argentina no logró ganar nuevamente el Mundial de hockey sobre patines disputado en Nanjing, China. Ni siquiera pudo acceder a la final […]

Parecía que lo harían de nuevo. Que se quedarían con el título, y serían bicampeones. Como no esperarlo. Derrotaron con categoría a sus tres oponentes de la fase de grupos. A su vez, realizaron una mejor performance en ambos lados del campo respecto a España, vencedor de la otra zona. Pero en la fase eliminatoria todo fue diferente. Lamentablemente, Argentina no logró ganar nuevamente el Mundial de hockey sobre patines disputado en Nanjing, China. Ni siquiera pudo acceder a la final del torneo. Y debió conformarse con la medalla de bronce, por el tercer puesto conseguido.

El torneo de los dirigidos por Darío Giuliani puede dividirse en dos: la primera parte fueron los partidos de la fase regular. Allí, como anteriormente se mencionó, Argentina demostró porque era el vigente campeón y principal candidato a quedarse con la medalla dorada, en un grupo denominado desde la previa como el de la «muerte». La segunda parte es la fase final, donde en ninguno de los tres partidos disputados se vio al equipo arrasador de la ronda anterior.

El conjunto albiceleste comenzó su defensa del título el último 3 de septiembre, en el marco de la primera edición de los Juegos Mundiales de Patinaje -evento que agrupa los campeonatos mundiales de diez disciplinas de patinaje sobre ruedas-. Un día antes, Las Águilas, apodo de nuestro seleccionado femenino de hockey sobre patines, finalizaron subcampeonas de su respectivo mundial, tras ser vencidas 7 a 5 por España. Siguiendo con los hombres, su primera víctima sería quien luego se transformaría en su verdugo. Con una gran actuación de Matías Pascual le ganaron a Portugal 5-2, iniciando con buen pie la competencia.

Luego siguió Francia. Con dobletes de Pablo Álvarez y de Carlos López se triunfó ante Les Bleus, nuevamente por 5 contra 2. Finalmente, aplastaron a Italia 6 a 1, con López otra vez anotando por duplicado. De esta manera, Argentina acabó primero de su zona, con el agregado de haber anotado un gol más y recibido dos menos que España, máximo ganador histórico del campeonato y principal rival del seleccionado nacional en los últimos años.

La primera etapa terminó de forma soñada, para luego dar lugar a una etapa eliminatoria de pesadilla. En cuartos de final, tambalearon contra un equipo inesperado. Angola, uno de los dos clasificados por la Copa FIRS -una especie de fase de grupos paralela para equipos menores-. Angola los sorprendió empatándoles un 3-0, llevando así el partido al alargue. Allí Argentina lo definió, logrando un 4 a 3 definitivo. Lo que parecía un pequeño traspié concluyó siendo una señal de lo que ocurriría después.

En las semifinales nuevamente se encontró con Portugal, que venía de eliminar a Mozambique. Pero esta vez fueron los lusitanos quienes anotaron por quintuplicado. Luego de una primera mitad finalizada en cero para ambos, Argentina vivió uno de sus peores momentos del torneo. Nerviosos e imprecisos, en contraste con los portugueses, cayeron por 5 a 0. De este modo, quedaron fuera de la final del Mundial por primera vez desde 2007, habiéndola jugado por cuatro ediciones consecutivas.

Esta derrota, impensada por el antecedente del debut y dolorosa por la abultada diferencia, llevó a Argentina a tener que conformarse con luchar por el bronce. Su contrincante en esta instancia resultó Italia, eliminada en su correspondiente semifinal por España. Tal como sucedió con Portugal, el partido no se desarrolló como en la fase de grupos. A pesar de comenzar ganando, el primer tiempo finalizó 2 a 1 a favor de los italianos, siendo la primera vez en el torneo que la Albiceleste se iría al entretiempo abajo en el marcador. A base de esfuerzo y sufrimiento, supieron dar vuelta y definir el encuentro 4 a 2 en los minutos finales. Matías Pascual anotó dos goles, lo que le permitió acabar como goleador argentino del campeonato con 5 tantos. De esta forma, Argentina consiguió un lugar en el podio del Mundial.

Esto fue el torneo de Argentina. Un comienzo sobresaliente, un intermedio tristemente imprevisto y un final no tan amargo. Si bien la vara estaba puesta en repetir lo conseguido en 2015 ante España -quien finalmente se coronó campeón tras vencer por penales a Portugal-, lo último que se puede hacer es calificar de fracaso la actuación de este equipo. No lograron el oro, pero consiguieron ubicarse entre los tres mejores seleccionados del mundo, algo que han hecho en 13 de las últimas 14 ediciones de esta competencia. Pocos seleccionados argentinos pueden darse el lujo de decir que colocaron la bandera celeste y blanca tantas veces en lo mas alto como lo hicieron estos muchachos.

Autor: Ulises Nieva, Segundo B, turno mañana.