Patricia Bermúdez: “La lucha es mi cable a tierra”

A sus 30 años la nacida en Santiago del Estero tiene una vida llena de sacrificios en la que conviven sus horas de gendarme con […]

A sus 30 años la nacida en Santiago del Estero tiene una vida llena de sacrificios en la que conviven sus horas de gendarme con la práctica del deporte. La luchadora de estilo libre, quien compitió en los dos últimos Juegos Olímpicos y que estuvo al borde de conseguir la medalla de bronce en Río 2016, habló con Pirámide Invertida 

– ¿Cómo llegaste a la lucha?

– Comencé a través de un mail que me llegó en 2009. Yo había dejado de practicar el deporte en 2007 y en ese correo me invitaban a una Academia que practicaban Judo y Lucha. El incentivo que me llevó a volver fue entrar en un gym otra vez. En el 2010 empecé a practicarlo de manera profesional.

 

– ¿Cómo es el día a día siendo gendarme y luchadora?

-Es difícil pero motivador. Mi trabajo me ayuda mucho a seguir con lo que me gusta, que es el deporte, que es mi cable a tierra. Trato de divertirme, obviamente con mucha responsabilidad, ya que hay que tener mucha disciplina para cumplir con cada entrenamiento, descanso, dieta, y todo lo demás.

– ¿Se te complica a la hora de entrenar?

-A veces se me complican un poco los horarios, porque dentro de Gendarmería hay algunos pasos y hay que estar. Después me comprometo con un grupo que son de las Fuerzas Especiales; con ellos hago otras funciones, pero trato de cumplir con todo.

-Estuviste muy cerca de una medalla olímpica en Río 2016. ¿Con qué sensaciones te quedaste?

-Sí, estuve muy cerca de una medalla. La sensación fue de un sabor amargo, por cómo terminó la pelea. Fue un 7-6 en el que el arbitraje no fue muy bueno. De por sí pensás que la pelea te la robaron. Duele haber acariciado esa medalla, pero lo positivo que me llevé fue saber todo lo que mejoré en este tiempo comparado con el ciclo olímpico anterior (Londres 2012). Por ese lado me fui contenta, con ganas de mejorar y siempre apuntando a mirar hacia delante.

– ¿Le apuntás con todo a Tokio 2020?

– Si, obvio que le apunto. Pero a corto plazo solo me propongo disfrutar de los torneos, cosa que a veces, por presión que uno mismo se pone, se complica.

– ¿Qué se siente formar parte de la delegación argentina en un Juego Olímpico?

– No es solo pertenecer a una delegación y representar a tu deporte. Es llevar tu bandera y representarla ante todo el mundo. Fue un orgullo personal y colectivo.

– ¿Te hiciste algún amigo en la Villa Olímpica?

-Si, me hice muchos amigos. Pero no por la Selección Argentina; fue a nivel mundial. Eso es lo bueno del deporte, porque podes compartir e intercambiar de todo. Digo que de la Selección no porque sería más bien una familia. Son lo que los ves siempre en el CeNard, con los que compartís gimnasio, el comedor y con los que prácticamente convivís. Por eso para mí no son amigos, ya son familia.

– ¿Qué tenés pensado hacer después de la lucha?

-Tengo pensado ser mamá. Tengo muchísimas ganas de serlo. También poder tener un espacio en donde mi marido y yo podamos enseñar el deporte que tanto me gusta.

Por Chade, Lautaro