Argentinos al volante, un tema que preocupa

Los números de muertes ocasionadas por accidentes de tránsito en la Argentina son realmente alarmantes. Un relevamiento de datos realizado por la asociación civil Luchemos […]

Los números de muertes ocasionadas por accidentes de tránsito en la Argentina son realmente alarmantes. Un relevamiento de datos realizado por la asociación civil Luchemos por la Vida indica que en el país mueren alrededor de unas 7.800 personas anualmente por esta causa. Según cifras dadas por esta asociación, en el 2016 hubo 7.268 víctimas fatales y más de 120.000 personas resultaron heridas, arrojando un promedio de 21 muertes por día y 608 mensuales.

En los años previos, la cantidad de víctimas fatales no varió demasiado: en 2015, 7.477 personas perdieron la vida; 2014, dejó un saldo de 7.613 víctimas fatales; y en el 2013, ocurrieron 7.896 muertes por accidentes con ocasionados por vehículos motorizados.

A nivel provincial, fragmentando los datos aportados por Luchemos por la Vida, durante los últimos cuatro años se demuestra una constante en cuanto a las provincias con mayor cantidad de muertes anuales. Buenos Aires se ubica en primer lugar, dejando un promedio de unas 2.300 muertes; en segundo lugar aparece Santa Fe, con un promedio de alrededor de 650 víctimas fatales; y en el tercer lugar está Córdoba, promediando 404 vidas perdidas.

Contrastando con este triste “ranking” está la provincia de Tierra Del Fuego, que promedia 17 muertes anuales; y Santa Cruz, con un estipulado de 70 muertes.

Por otra parte, datos otorgados por CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial), marcan las principales causas de los accidentes. La mayor cantidad de tragedias se producen por invasión del carril, con un 37%; con un 36% siguen el exceso de velocidad, falta de respeto a las señales de tránsito, las maniobras abruptas y la escasa distancia de seguimiento entre vehículos.

El uso del celular mientras se maneja, el alcohol y el estrés, representan el 15%; por otro lado, el estado deteriorado de las rutas y caminos son el 10%; por último, la moda de filmarse mientras se conduce a altas velocidades para luego subir la grabación a las redes sociales, el 2%.

Estos números alarmantes son sólo la punta del iceberg, ya que en los últimos 25 años estos altos números de muertes no variaron.

Osmar Vallejos, Diego Oliva y Facundo Sotelo