Un ciberataque que renovó el temor ante el uso de la tecnología

Parece que no se puede proteger la privacidad de ningún modo, ni siquiera los datos personales. Principalmente por el constante acoso de los hackers en […]

Parece que no se puede proteger la privacidad de ningún modo, ni siquiera los datos personales. Principalmente por el constante acoso de los hackers en estos últimos años. Lo que ocurrió en los últimos días con el ciberataque  que afectó a más de 150 países fue un claro ejemplo de esto. Varias empresas perdieron dinero por este virus llamado “ransomware”.

Los países de Europa fueron los más afectados y aún lo siguen siendo. El software malicioso que se propagó el viernes bloqueó los equipos informáticos en numerosos centros de salud en el Reino Unido, así como en empresas y organismos en España, Francia, Alemania y Rusia, que no pudieron ser capaces de reaccionar a tiempo. “Llevamos a cabo cerca de 200 operaciones globales al año contra el cibercrimen, pero nunca hemos visto nada como esto. El reciente ciberataque a gran escala sirve para enviar un mensaje muy claro. Todos los sectores son vulnerables y deben tomarse absolutamente en serio la necesidad de funcionar con sistemas actualizados e instalar todos los parches disponibles», afirmó el director de la Europol, Rob Wainwright.

Las empresas argentinas tomaron medidas preventivas para enfrentar al virus. Como tenían filiales en España realizaron lo mismo que el país europeo y activaron protocolos y apagaron servidores.

Las víctimas que sufrieron este ataque observaron cómo sus equipos quedaban bloqueados y se les pedía un rescate en la moneda digital Bitcoin para poder recuperar sus archivos. Así consiguieron los responsables de este ciberataque recaudar o robar dinero.

Un joven de 22 años conocido en internet como MalwareTech logró desviar este virus, ralentizarlo, logrando dirigirlo hacia otro lado, aunque no lo eliminó. Con esta maniobra que realizó, salvó varias empresas que no podían hacer nada al respecto y consiguió fama mundial a tal punto que le llovieron ofertas de trabajo. El joven confesó que teme una posible venganza por parte de los hackers por haberlos frenado, más ahora que su nombre se hizo mundialmente conocido.

Lucio Castelli, Fernando Mariotti y Marcos Segovia