Guillermo Barros Schelotto sigue con los recurrentes problemas para armar el once inicial en Boca. El tiempo se va acortando para un entrenador que tiene mucha espalda por su pasado en el club pero que si los resultados no lo acompañan no aguantara mucho m{as.
Luego de perder en los cuartos de final de la Copa Argentina y por lo tanto sin chances de clasificación alguna a la Copa Libertadores, Boca necesitaba salir a ganar a como de lugar en El Bosque. Como de costumbre, el Mellizo paro un equipo diferente, lo guardo a centurión y lo puso a Zuqui para tener un poco mas de juego en la mitad de la cancha. Con la salida de Wilmar Barrios, de pálida actuación frente a central, lo volvió a enganchar a Carlitos y decidió darle una nueva oportunidad a Darío Benedetto que respondió con goles. Y por último, descartó a Silva y luego de un largo tiempo volvió a optar por el colombiano Fabra.
Un alivio, eso fue la victoria del Xeneize este domingo. A pesar de seguir sin encontrar una idea de juego clara, y aun con el rival dominando el encuentro en los primeros minutos de juego, Boca pudo cortar la racha de dieciocho partidos sin ganar como visitante tras vencer a Gimnasia de la Plata luego de un partido atípico. Como nombramos anteriormente, es difícil encontrar una buena imagen a lo largo de este 2016 en este equipo que varía todos los fines de semana. Hay mucho nombre, poca idea y cuando ciertos jugadores tienen la posibilidad de demostrar la razón por la cual están en este club tan grande, se achican. Parece que el técnico no se decide por armar un once definitivo, que toma malas decisiones a la hora de hacer los cambios en pleno partido y a la larga se ve que las incorporaciones que pidió, resultan ser mas de lo mismo. Lo cierto es que en un equipo tan grande del futbol argentino, hay ciertos jugadores que ante un poco de presión mediática y de los hinchas no saben como responder. Quizás se pueda rescatar que en casa ha tomado ese gusto que hace mucho no se daba, el de ganar, gustar y golear, pero claro, todavía no aparecieron los rivales que de verdad le importan al aficionado.
Mas allá de esta cantidad de problemas, un poco influenciados por el técnico, un poco por la dirigencia y sobre todo por los jugadores, Boca Juniors se encuentra segundo en el torneo con dieciocho puntos, atrás de Estudiantes de La Plata y en la medida que consiga bueno resultados como visitante podría cambiar la imagen negativa que tiene y volver a ser aquel temido Boca con el que nadie quiere enfrentarse. La prueba de fuego se acerca, una de ellas ya se escapo, y casi la mas importante que fue la de la Libertadores. Se vienen partidos complicados en el torneo, clásicos que este conjunto debe sacar adelante si no se quiere quedar sin títulos en un año pobre para la institución.
Luego del parate por las eliminatorias para el mundial de Rusia 2018, Boca recibirá en condición de local, en una especie de revancha, a Rosario Central. Mas tarde, tendrá una racha importante de clásicos, deberá enfrentar a San Lorenzo de visitante, Racing Club de Local y finalmente River Plate en el superclásico del año, en El Monumental.
Santiago Espina Maserati, 2°B T.T