Tras el G20, los líderes buscan limitar el calentamiento global

Aquellos países que forman parte del G20 y son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, llegaron a un acuerdo respecto […]

Aquellos países que forman parte del G20 y son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, llegaron a un acuerdo respecto a sus ambiciones climáticas. Se trata de comprometerse a limitar el calentamiento global a 1,5ºC respecto a la era preindustrial y a reducir el uso del carbón.

Desde un primer momento se trató de una señal “insuficiente” para las ONGS de cara a la conferencia de la ONU sobre clima (COP 26) que actualmente tiene lugar en Glasgow, Escocia. Las 20 naciones más desarrolladas, entre las que se encuentran México, Brasil y Argentina, reafirmaron además el compromiso, hasta ahora incumplido, de movilizar 100.000 millones de dólares para los costos de adaptación al cambio climático en los países en desarrollo.

Tras ello, la responsabilidad pasó a estar en manos de la COP 26, cuyo presidente el ministro británico Alok Sharma, calificó de «última y mejor oportunidad para cumplir el objetivo de +1,5ºC», durante su discurso de apertura.

A continuación repasaremos las principales medidas acordadas en la cumbre climática.

Cortar el 30% de emisiones de metano

Los líderes mundiales acordaron reducir los niveles de emisión de metano en un 30% para el 2030, como parte de los esfuerzos para abordar la crisis climática.

El Compromiso Global de Metano es una iniciativa internacional que fue presentada por los Estados Unidos y por la Unión Europea con el objetivo primordial de reducir las emisiones de metano, en otras palabras, se trata de una forma eficaz de frenar el calentamiento a corto plazo.

«Reducir nuestras emisiones de metano lo más rápido posible es una de las cosas más importantes que podemos hacer en esta década decisiva» para cumplir con la meta de impedir que la temperatura global suba más que 1,5°C este siglo, sostuvo el presidente norteamericano Joe Biden.

Frenar la deforestación

En línea con lo planteado recientemente, y en cuestión de sólo algunas horas los referentes mundiales lograron llegar a un acuerdo muy importante. Más de un centenar de ellos se comprometieron a revertir la deforestación, también con vistas al año 2030. Para ello, se estima que se invertirán cerca de unos 10.300 millones de euros públicos a los que se añadirían otros 6.200 millones de entidades privadas.

En línea con lo pre acordado, el presidente de Colombia Iván Duque señaló: “Estamos fijando la meta de tener cero deforestación en 2030 o antes. Lo importante es que este año hemos hecho una reducción del 30%”.

A pesar de la buena noticia, son muchos los expertos que prefieren recibirla con cautela ya que recuerdan que en 2014 se había alcanzado un acuerdo para frenar la deforestación que finalmente no se cumplió. Pero el tiempo que queda para evitar una catástrofe climática es cada vez es menor.

La voz del Papa Francisco

El papa Francisco no dejó pasar la oportunidad y le hizo llegar un mensaje a las autoridades presentes en Glasgow. Pidió que el mundo trabaje junto con «acciones solidarias» y fundamentalmente un compromiso especial de los países más ricos porque los daños causados por la pandemia y el cambio climático son comparables a los de «un conflicto global».

«Nuestro mundo post pandémico será necesariamente diferente. Es ese mundo que debemos construir ahora, juntos y debemos empezar reconociendo nuestros errores pasados. Algo similar podría decirse de nuestros esfuerzos para enfrentar el problema global del cambio climático. No hay alternativa. Podemos alcanzar los objetivos delineados por el Acuerdo de París solo si actuamos de manera coordinada y responsable», aseguró el Papa.

«Estamos frente a un cambio de época, un desafío cultural que demanda un compromiso de parte de todos, pero particularmente de aquellos países que poseen más medios. Esos países deben tomar un rol de liderazgo en las áreas de financiamiento climático, descarbonización del sistema económico y las vidas de las personas, la promoción de la economía circular y dar apoyo a los países más vulnerables que trabajan para adaptarse al impacto del cambio climático y responder a las pérdidas y daños que éste causó», exclamó.

Agustín Balparda