«El fútbol de mujeres no es prioridad en la agenda»

“Las mujeres no pueden hablar de fútbol”. “Si jugas al fútbol, sos una machona”. “¿Por qué no probas con practicar otro deporte que sea más […]

Las mujeres no pueden hablar de fútbol”.

Si jugas al fútbol, sos una machona”.

¿Por qué no probas con practicar otro deporte que sea más femenino?”.

 

Que levanten la mano todas las mujeres que alguna vez escucharon o les dijeron alguna frase como estas. ¿Se acuerdan qué sintieron? ¿Qué contestaron? ¿Les hicieron caso a todas esas limitaciones que se les imponían?

Desde hace ya un tiempo las mujeres comenzaron a ganar un lugar en ámbitos donde era impensado que pudieran formar parte. Hoy en día, esos cambios se están visibilizando socialmente y el fútbol femenino es un gran ejemplo de eso. Pero no todo queda dentro del campo de juego y por eso, Pirámide Invertida redobló la apuesta y charló con Cecilia Cinalli, periodista de Olé, quien contó cómo se maneja la redacción del único medio deportivo del país, ante este cambio de perspectiva.

-¿Quién se encarga de las notas de fútbol femenino?

-Hoy por hoy, no hay ningún periodista dentro del diario que se ocupe puntualmente de eso. Generalmente, las notas que salen, que en su mayoría son entrevistas, son mías o de Sasha, una chica que está como pasante, y entre las dos tratamos de buscar un espacio. Pero a veces se hace difícil porque estamos cargadas con muchas cosas de agenda y no tenemos tiempo para hacer algo relacionado con el fútbol femenino. Creo que la pregunta es: ¿por qué el fútbol femenino no es agenda en un diario deportivo? Pero, lamentablemente, es así: el fútbol de mujeres no es prioridad en la agenda.

En cuanto a las notas de los partidos, no se cubren todos los días. Cuando se jugó la Copa Libertadores no hubo una cobertura diaria, sino que se publicaban dependiendo el espacio del diario y sólo los partidos de Boca, River y alguna otra cosa más. El Mundial de Francia fue cuando hubo más lugar: una página por día. Que, igualmente, no se compara con la cobertura que le dan al fútbol masculino.

Nosotras tratamos de subir las notas a la web, que es donde tenemos mayor libertad. Aunque a mi entender, no es lo mismo. Soy una enamorada del diario en papel.

Diego Paulich, que cubre San Lorenzo, muchas veces nos da una mano. Y cuando son notas de cable, se las dan al primero que se desocupa.

-¿Tienen una perspectiva de género los periodistas que realizan esas notas?

-Cuando son sólo notas de información, donde la conciencia de género no se utiliza mucho, se la dan al que está libre; sin importar si es hombre o mujer. Por suerte, muchos de los periodistas que forman parte de la redacción de Olé tienen la cabeza bastante abierta en ese sentido y eso ayuda mucho para poder hacer las cosas con responsabilidad. En mi caso, cuando me tocan notas de ese estilo, trato de brindarle un párrafo para expresar las diferencias que hay entre el fútbol femenino y masculino. Por darte un ejemplo, cuando las chicas salieron campeonas de la Champions remarqué cuánto era el monto que les dieron a ellas y a los varones por ganar la misma competencia. Así es como, desde mi lugar, intento dar el contenido y, al mismo tiempo, tratar de mandar un mensaje y remarcar las diferencias que existen entre los dos. Pero no suele hacerse en general. Por mi lado, intento aportar mi granito de arena para la lucha, seguir visibilizando el deporte y demostrar las diferencias que existen.

 –¿Qué importancia le dan desde el diario?

-Lo que suele pasar mucho es que aparece una noticia que es más «noticiosa» y eso le saca lugar al fútbol femenino. Es un bajón, la verdad, porque debería cubrirse siempre, día a día, igual a como se cubre el futbol masculino. No te digo que sea una persona para cubrir Boca, otra para River, otra para San Lorenzo… pero sí tendría que haber un periodista que sólo se encargue de eso, que esté todo el día generando contenido y subiendo cosas. Eso sería lo ideal, pero no pasa.

El diario sólo le daba importancia a cuando, por ejemplo, hubo una jugadora que no pudo jugar porque no tenía camiseta. Por un lado, esta buenísimo porque visualizamos esas cosas, pero la verdad que dentro del periodismo en general eso termina siendo noticia porque es una noticia viral, que impacta y que va a tener clics. No debería ser así, pero es así. Entonces, muchas veces damos el fútbol femenino sólo porque es noticia.

-¿Se pudo cambiar algo?

-Mirá, cuando empezó el campeonato, que se suspendió por la pandemia, sólo salían en la web los partidos femeninos dependiendo de si había un blooper o un error. En un momento lo hablé y les dije que no podíamos seguir haciendo esto porque no sólo no le estábamos haciendo una cobertura completa, sino que cada vez que lo dábamos era por un error o un blooper. Y eso es ir completamente en contra del deporte y, por supuesto, es antiperiodístico. ¿Por qué no contamos otras cosas? Además, no es que en el fútbol masculino hacemos una nota todos los días analizando los errores de los jugadores. Y acá sólo se hacía hincapié en eso. Después de hablarlo quedamos en evitar esas cosas; que el foco sea el partido, no el error. El fútbol femenino tiene que ser noticia por lo que pasa en la cancha.

-¿Cómo es tu día a día en el diario? ¿Notás alguna diferencia con respecto a tus compañeros hombres?

-En los 10 años que llevo en Olé, fueron muy pocos los episodios que podría considerar como machismo. Sin embargo, creo que es una situación que pasa en todos los ámbitos laborales y tal vez está algo naturalizado y lamentablemente nos vamos acostumbrando y adaptando un poco a eso. En mi trabajo en sí, es verdad que al ser una redacción donde la mayoría son hombres y somos muy pocas mujeres, puede ocurrir, ante determinada situación, una tendencia a ponderar al hombre por sobre la mujer, y por ahí la mujer tiene que demostrar más para poder ganarse un espacio. Pero como te digo, hace ya un largo tiempo que estoy ahí y durante todo este camino la peleé y la sigo peleando para hacerme un lugar.