Defensa y Justicia: un proyecto sostenido en el tiempo

Si de proyectos a largo plazo se habla, sin dudas hay que mencionar al Club Social y Deportivo Defensa y Justicia. Manteniendo una imagen, un […]

Si de proyectos a largo plazo se habla, sin dudas hay que mencionar al Club Social y Deportivo Defensa y Justicia. Manteniendo una imagen, un estilo de juego sostenido, un perfil bajo y una billetera acotada pero bien utilizada, el “Halcón” supo establecerse en Primera División desde el año 2014 hasta hoy, peleando campeonatos y participando en sus primeras copas internacionales.

Tal es así que este año, en menos de tres meses, consiguió los primeros dos títulos de su historia y de manera Internacional. La Copa Sudamericana ante Lanús en la provincia de Córdoba en el mes de enero bajo la conducción técnica de Hernán Crespo y la reciente obtención de la Recopa Sudamericana frente a Palmeiras, campeón vigente de la Copa Libertadores, con Sebastián Beccacece como entrenador coronándose en Brasil.

Diego Lemme, Presidente de la Institución, prioriza hace ya varios años las cuestiones de infraestructura por sobre todas las cosas. En cuanto al proyecto deportivo, se mantiene una línea y una idea sostenida en el tiempo, tanto en los cuerpos técnicos, generalmente jóvenes y modernos, y los jugadores que se forman en el club o vienen de otros equipos con ganas de tener más minutos y mostrarse. La llegada del empresario y abogado, Christian Bragarnik, como “inversor” en el año 2009 le dio al Club un poco más de soltura en cuanto a lo financiero y a nivel empresarial, trayendo jugadores y técnicos representados por él y a muchos de los cuales les fue muy bien en su paso por “El Halcón”.

Como punto de partida para esta idea de entrenadores modernos con una propuesta ambiciosa en el juego, nos remontamos a la temporada 2012/13 con Jorge Almirón en la B Nacional, luego la llegada de Diego Cocca, técnico que le dio el ansiado ascenso a la máxima categoría por primera vez en su historia en el año 2014. Ya en Primera, pasó Darío Franco hasta que apostaron por Ariel Holan en el 2015, con la particularidad que se inició como técnico de hockey, sin embargo, tuvo un paso exitoso en el banco de Varela, clasificando a su equipo por primera vez a un torneo internacional, la Copa Sudamericana en 2017. Luego fue el primer ciclo de Sebastián Beccacece, siguiendo con Juan Pablo Vojvoda, Mariano Soso y Hernán Crespo -quien les daría la primera estrella de su historia-, todos con estilos diferentes, pero con la misma idea de ser protagonistas. Y por último, el segundo ciclo de Beccacece, logrando la Recopa ante Palmeiras.

Defensa y Justicia, además de comenzar a tener un semillero propio también ha experimentado en los últimos años con varios jugadores jóvenes a préstamo, relegados en sus equipos y con poco rodaje, sobre todo de clubes grandes, y de los cuales ha sacado muy buenos frutos. Lisandro Martínez fue el caso más visible: llegó a préstamo desde Newell’s en 2017 y dos años después fue vendido al Ajax de Holanda por 7 millones de euros, donde hoy es titular indiscutido y con posibilidades de Selección Nacional. De estos préstamos también destaca el de Alexander Barboza, ex jugador de River, dirigencia con la cual a partir de ese préstamo generó una buena relación, y más adelante llegarían otros jugadores como Guido Rodríguez (Betis y Selección), David Martínez (vuelto a comprar por River) y actualmente Enzo Fernández. Independiente también le cedió bastante, entre ellos su capitán y goleador Brian Romero, que dio un salto de calidad en Varela. Y Boca ha dejado su legado con los préstamos de Agustín Bouzat (Vélez) y Walter Bou, actual 9 del “Halcón”.

La obtención de la Recopa Sudamericana para Defensa y Justicia es fruto de un proyecto a largo plazo y no hace más que ratificar el trabajo que vienen realizando hace muchos años, más en el este fútbol argentino donde cada vez cuesta más sostener estos proyectos ante la exigencia de resultados y el “Halcón” de Varela es un ejemplo a seguir para las instituciones que no cuentan con un gran presupuesto, porque a partir de los grandes proyectos pueden generarse grandes historias.

Lucas Nahuel Moschitta: redacción

Lucas Rocco: archivo y edición