Nadal, el rey casi perfecto de París

La asíntota es una línea recta que, si se prolonga infinitamente, cada vez va a ir acercándose más y más a una curva, sin embargo […]

La asíntota es una línea recta que, si se prolonga infinitamente, cada vez va a ir acercándose más y más a una curva, sin embargo jamás van a tocarse. Algo similar a una asíntota, es un récord 99-2. Y un récord así es el que tiene Rafael Nadal en Roland Garros. Rafa nació y actualmente vive en la isla de Mallorca, pero su segundo hogar es el estadio Philippe Chatrier. Jugar 101 partidos y ganar 99, y tener 13 títulos de 15 jugados en un solo lugar es privilegio de pocos, o de hecho de una sola persona. Lo que sí es privilegio de pocos es haberle ganado a Rafael Nadal en París. Solo dos conocen lo que eso significa: Robin Soderling y Novak Djokovic.

Desde su debut en el torneo en 2005, todo lo que había jugado Nadal lo ganó. Hasta los octavos de final de la edición 2009. Cuatro veces campeón consecutivamente y llegando como número uno, era el máximo candidato a ganar la Copa de los Mosqueteros nuevamente. Pero, para su sorpresa, al igual que para todos los espectadores, Nadal caería esa tarde ante el número 23 del ranking: Robin Soderling. El sueco tuvo su tarde de gloria y eliminó a quien estaba iniciando su reinado en polvo de ladrillo a fines de la primera década del siglo XXI. Rafa conocía lo que era irse con las manos vacías del Roland Garros por primera vez. Soderling, en cambio, ocupó su lugar hasta la final, donde se cruzó con Roger Federer, y allí el suizo ganaría su único Grand Slam de París durante el dominio español de Nadal. Soderling no tuvo la gloria máxima con el título en sus manos, pero sí el privilegio de haber sido uno de los dos tenistas en dejar sin corona al rey de polvo de ladrillo. Luego, su carrera finalizaría abruptamente dos años más tarde debido al diagnóstico médico de mononucleosis, enfermedad que lo mantuvo fuera de las pistas por causarle fatiga permanente. Tras varios intentos por volver, nunca pudo concretar dicho retorno y su raqueta se guardó en el año 2011 definitivamente.

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Más reconocida, mucho más reconocida, es la carrera del actual número uno del mundo, Novak Djokovic, el otro tenista que conoce la victoria en Roland Garros ante Rafael Nadal. Hasta el partido en cuartos de final del Grand Slam francés del 2015, Nadal llevaba 72 partidos ganados y uno solo perdido. En ese encuentro se dio una final anticipada entre el número uno del ranking ATP aquel entonces también y el número uno de Roland Garros: Nole-Rafa, Rafa-Nole. París por segunda vez desde 2005 dejaba de ser franco-española para ser serbia por un rato, ya que Djokovic liquidó a Nadal en sets corridos con un contundente 7-5, 6-3 y 6-1. La alegría de Nole fue momentánea, ya que estiró su racha de 27 partidos ganando consecutivamente pero luego la perdería en la final ante Stanislas Wawrinka. Los relojes suizos son felices cada vez que Rafa queda afuera tempranamente del Roland Garros, aunque eso no pase casi nunca. Tan solo 2 veces sobre 101. La revancha del español llegaría el pasado 11 de octubre, en un atípico torneo, disputado en un mes que no suele tener óptimas condiciones en París para jugar al tenis por la humedad y el frío, el estadio vacío, o semivacío y la incertidumbre por los cambios en el calendario, que fue corrido por la pandemia. Todo fue raro en el Roland Garros 2020, menos el ganador: el mismo de siempre, en este caso ahogando a Djokovic con un partido impecable y un resultado de 6-0, 6-2 y 7-5. 

La asíntota es una línea recta que, si se prolonga infinitamente, cada vez va a ir acercándose más y más a una curva, sin embargo jamás van a tocarse. Algo similar a una asíntota, es un récord 99-2. En 2008 su compatriota Nicolás Almagro dijo durante un partido contra Nadal algo que parecía chiste, pero hoy se dice que es un presagio: “Va a ganar Roland Garros cuarenta años seguidos…Va a tener 65 años y va a seguir ganando Roland Garros”. Rafael Nadal es uno de los reyes del tenis a nivel histórico y a nivel contemporáneo. Y es sin dudas el mejor de la historia en polvo de ladrillo. Su asíntota, su récord de 99-2 lo demuestra y solo Soderling y Djokovic van a poder decir, hasta el final de los tiempos: “yo le gané al rey de París en su propia casa”.

Lautaro Tiburzio