Alberto Del Río, nuevamente del ring a las rejas

El luchador mexicano Alberto del Río fue inculpado de violación y secuestro, de acuerdo al portal de noticias PWInsider, especializado en el mundo de la […]

El luchador mexicano Alberto del Río fue inculpado de violación y secuestro, de acuerdo al portal de noticias PWInsider, especializado en el mundo de la lucha libre de la WWE. Quien también fue conocido con el nombre de ‘Dos Caras Junior’ se tendrá que enfrentar a un cargo por el que podrían sentenciarlo de 5 a 99 años de cárcel o a cadena perpetua en caso de ser declarado culpable de secuestro agravado en primer grado. La pena se reducirá de 2 a 20 años y una multa económica similar si es declarado culpable en segundo grado.

Dentro de la nueva ola, “El Patrón” se destacó mostrando sus dos facetas en este deporte. Sin importar en qué empresa patrocinadora luchara, el gladiador centroamericano siempre consiguió resaltar sobre los demás mediante la conquista de campeonatos y las palizas a cada uno de sus rivales. Sin embargo, el color rosa comenzó a desaparecer y todo indicaba que su momento como referente dentro de la disciplina había llegado a su fin. Los escándalos lograron relegar cualquier tipo de logro durante su trayectoria.

Del Río ya tiene varias piedras en el camino: el “Hércules Potosino” se vio envuelto en el escándalo ya cuando era pareja sentimental de la también luchadora Paige y en su momento fue arrestado en múltiples ocasiones por los cargos de agresión; en más de una oportunidad se le vio peleando en la calle con ella.

En concordancia, el pasado mes de mayo fue arrestado luego de secuestrar y agredir sexualmente a una mujer en San Antonio, Texas por alrededor de 16 horas. De acuerdo con la fuente de noticias, el especialista en WWE, quien judicialmente responde al nombre de José Alberto Rodríguez Chicuan, fue colocado bajo esposas por las autoridades locales un domingo a las 10:00 horas.

La víctima lo acusó de haberla cacheteado y forzado a usar un vestido en especial y, según la policía de San Antonio, el protagonista del hecho ató las manos de la mujer con correas de boxeo, le puso un calcetín en la boca y la agredió sexualmente durante horas, usando varios objetos a su merced. En Texas, los delitos por abuso sexual abarcan una sentencia de 5 a 99 años y una deuda de U$D 10000 pero Del Río supo esquivar la crisis y logró salir de la cárcel tras pagar una fianza de tan solo U$D 50000.

A pesar de todo el limbo del que era parte, el luchador no escarmentó. Al día siguiente de este hecho la esposa lo acusó de amenazarla con dejar a su hijo en medio de la ruta si no cumplía con sus peticiones. Alberto fue arrestado a las 11:00 horas (tiempo local de San Antonio) el sábado 9 de mayo pero volvió a salir ileso de la situación tras volver a desembolsar otros 5000 dólares para liberarse luego de 5 horas encerrado.

Actualmente no forma parte de la WWE, ya que fue despedido por conducta antiprofesional y problemas con un empleado de la organización. A pesar de eso, el mexicano aseguró que fue un acto completamente racista por parte de la empresa. “Todo lo que empieza tiene que terminar, se cerró una historia con la WWE. No estoy preocupado de lo que ellos hagan, ellos son los que se pierden a Alberto Del Río, pues ellos y el mundo saben que cada vez que estoy en un ring era sinónimo de una gran pelea”, comentó después de su polémica salida de la lucha libre.

Del Rio reveló más tarde, en 2018, que se disculpó con el coordinador y luchador de la WWE Triple H, mientras culpaba de sus problemas personales a su ex-novia, Paige, y a su familia. Cabe recordar que, en numerosas entrevistas, el excampeón había asegurado que se encontraba casi retirado y que su vuelta al ring era prácticamente imposible.

Sin embargo, en marzo de 2020 Alberto fue entrevistado en el programa mexicano «Nos Cayó La Noche» donde aseguró que podría regresar a su lugar hegemónico. «Hemos estado en conversaciones y reconstruido el puente. Por su parte, se equivocaron en algunas decisiones y yo también hice algo mal al marcharme. Espero que podamos llegar a un acuerdo en algún momento de este año o para mediados de este para estar de vuelta allí».

Tras lo sucedido, sería la envoltura del luchador en otro gran conflicto del cual, en este caso, parece que ninguna fianza o esperanza lo puede salvar. Sus sueños y deseos volvieron a quebrarse tras su mala toma de decisiones y falta de concordancia en su accionar cotidiano. Del Río, una vez más, tendrá que volver a transitar el oscuro abismo.

Franco Ferrero