Vicentin, al borde de la expropiación: deudas y competidores en un mercado clave para el futuro de la Argentina

Es una empresa familiar con más de 100 años de trayectoria, su nombre llenaba de elogios y orgullo al complejo agroexportador local. Hoy su historia […]

Es una empresa familiar con más de 100 años de trayectoria, su nombre llenaba de elogios y orgullo al complejo agroexportador local. Hoy su historia está atrapada en la quiebra y podría determinar su fin.

A tan solo 5 días de la asunción a la presidencia por parte de Alberto Fernández, Vicentin anunciaba el incumplimiento al pago de sus deudas y confirmaba el comienzo de un proceso de reestructuración.

La empresa agroexportadora que contaba con una excelente calificación crediticia y había sido beneficiada con lineas del Banco Nación y anunciaba mediante un comunicado que sus negocios “se han visto negativamente afectados por un contexto de crisis recurrentes, aumento de tasas de financiamiento, cierre de mercados y el incremento permanente del costo argentino”.

En ese momento la empresa argumentaba que era problema de stress financiero y un tema de solvencia y no de liquidez. Lo que no podía era hacer frente a una deuda de USD 1350 millones, de los cuales mas de USD 300 eran deuda con el Banco Nación.

El total del pasivo de la empresa al día de hoy se calcula en USD 1500 millones. Más del 50% de estas deudas afectan a el sector financiero nacional, banca pública, cooperativas y sus asociaciones, productores y otras firmas agropecuarias.

A pesar del stress financiero en el que señaló encontrarse la empresa, comenzaron a surgir datos  que indicaban que una de las decisiones de la empresa sería la de esquivar el pago de los créditos.

El trabajo de la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) mostró que la compañía fue una de las mayores exportadoras del complejo de mayor peso en el comercio exterior argentino. Mediante las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior la BCR señalaba que COFCO, China National Cereals, Oil & Foodstuffs, lideró el ranking de exportadores agroindustriales en 2019 con el 15% de las ventas totales, por 14,2 millones de toneladas. Detrás están en segundo y tercer lugar, Cargill (11,9 millones de toneladas o un 12% del volumen total), y ADM (11,2 millones de toneladas, que equivale al 11%). El cuarto lugar de la lista lo ocupa Bunge, (9,5 millones de toneladas o un 9%,) y recién ahí aparece la primera empresa de capitales nacionales, Aceitera General Deheza (AGD) con 8,7 millones de toneladas. A solo 300.000 toneladas quedó Vicentin. La empresa que tiene crushing (molienda de poroto) más importante del país, quedó en el sexto lugar.

Mientras Vicentin acusaba stress financiero cerraba ventas por 8,4 millones de toneladas. Lo que le significó un 9% del total mercado agroexportador de la Argentina. Con estos resultados, y hasta fines de 2019 la facturación de Vicentin excedía los USD 4.200 millones anuales considerando los negocios de Molienda de oleaginosas y producción de harinas y aceites, así como también sus participaciones en otros negocios como la producción de biocombustible, vinos, algodón, puertos, etc.

En el 2019 se ubicaba en el sexto lugar como agroexportadora.

Según los datos que registró la subsecretaría de Mercados Agropecuarios, en el 2019 Vicentín fue el principal agroexportador de aceites y subproductos de soja y girasol del país, con un total de 7.425 toneladas vendidas al exterior.

A pesar del éxito en sus negocio, hasta la fecha Vicentín registra más de 2.638 acreedores que no han recibido  ningún pago por sus prestaciones. Los cuatro principales acreedores son entidades públicas. El principal es el Banco Nación ($18.182.297.617,70) seguido por el Banco Provincia de Buenos Aires ($1.814.311.396,16), el BICE ($313.233.794) y el Ciudad ($318.704.741,10).

 

Díaz Rodrigo, 2ºB Turno Noche.