La lucha contra la homofobia es una pelea de todos los días

La homosexualidad fue vista durante muchos años como una enfermedad mental más, una enfermedad, que quienes la “padecían”, eran tratados como locos por psiquiatras y […]

La homosexualidad fue vista durante muchos años como una enfermedad mental más, una enfermedad, que quienes la “padecían”, eran tratados como locos por psiquiatras y el resto de la sociedad, y por consiguiente merecían sufrir de esa manera. A esta definición se le debía sumar el contraer VIH, que era solo una enfermedad de los llamados “desviados”.  Tuvieron que pasar muchos años para que, finalmente, la OMS decidiera sacarlo de la lista de enfermedades mentales, más precisamente 30.

Si bien este acto significó una leve victoria para toda la comunidad gay, lo dicho por la OMS, no sería tenido en cuenta por el resto de la gente. La iglesia posee un papel muy importante en esta historia, ya que los activistas en contra de esta demostración que implica amor utilizan recursos basados en la Biblia y en lo que puede comentar un sacerdote en una misa para demostrar el por que esta mal.

En Argentina desde el 17 de mayo de 1990 que se festeja el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y la Biofobia, sin embargo, estas siguen predominando fuertemente en nuestra sociedad. Si bien el siglo 21 significa un avance en todo lo relacionado a esos temas, sigue habiendo gente que no puede expresarse libremente por el miedo a que dirán, sigue habiendo gente que no puede confesar sus gustos por miedo a que su familia no lo acepte, sigue habiendo gente que camina libremente siendo como es pero que ese acto le conlleva recibir una cantidad inhumana de insultos.

Decimos vivir en una sociedad libre y abierta, pero la realidad es que estamos muy lejos de serlo en su totalidad. Vivimos con la bandera de la lucha por la igualdad, pero se nos hace raro ver a dos personas de un mismo sexo besándose en la calle. Nos queremos hacer creer que tenemos una mente abierta, pero si alguien nos confiesa ser gay nos quedamos en silencio sin saber que hacer. Entonces, ¿Cuándo va a ser el día que nos convirtamos realmente en esa sociedad que decimos ser y podamos disfrutar del amor abiertamente?

 

                                                                                                                         Julieta Natalutti 2° A