De la mano del Pulga, Colón ganó en Santa Fe y mantiene la ilusión intacta

  La noche del jueves no fue una más para Colón de Santa Fe. Fue una noche colmada de emociones, donde se transitaron prácticamente todos […]

 

La noche del jueves no fue una más para Colón de Santa Fe. Fue una noche colmada de emociones, donde se transitaron prácticamente todos los estados de ánimo posibles y que, sin lugar a dudas, marca una premisa: la ilusión está más fuerte que nunca.

Fue un partido cambiante, donde ninguno de los dos equipos lograba imponer condiciones. A pesar de que el local fue siempre quien buscó más, Atlético Mineiro se mostró más dúctil en los metros finales, aunque sin lastimar en demasía, sobre todo durante el primer tiempo.

En gran medida, el encuentro careció de intensidad y de peligro, hasta que en una jugada fortuita, totalmente aislada del contexto en el que trascurría el juego, el Galo se encontró con la apertura del marcador: a los 35 minutos de la primera etapa Marcelo Estigarribia intentó un rechazó violento al borde del área, el balón rebotó en la humanidad de Yimmi Chará y se metió en el arco defendido por Leandro Burián. De esta forma, los santafesinos se iban -sin merecerlo- con la derrota parcial al entretiempo.

Sin embargo, el Sabalero, lejos de verse afectado por el resultado, comenzó la segunda etapa siendo protagonista y logró reponerse a las adversidades – y al azar- aflorando una experiencia impropia para un equipo debutante en semifinales de Copa Sudamericana. Así, La igualdad no se hizo esperar. Fue a buscar el empate con mayor claridad y profundidad en las ofensivas y dio sus frutos: tras un córner, Emanuel Olivera conectó la pelota de cabeza al segundo palo para que Wilson Morelo empuje la pelota sobre la línea.

El desarrollo ya era otro y el semblante de los conducidos por Pablo Lavallén después del empate, también. Sufrió más de la cuenta, pero nunca resignó la actitud de ir a buscar la victoria, sabiendo de la importancia de un buen resultado en el Cementerio de los Elefantes y, a fin de cuentas, tuvo su recompensa: en un final agónico, de la mano de Luis Rodríguez, quien vivió una velada muy particular, selló el 2-1, un resultado clave pensando en la vuelta.

Al margen de la victoria, las luces de la noche se posaron en el “Pulga” quien el domingo previo al partido había sufrido el fallecimiento de su padre. Luego de concretar el gol del triunfo, visiblemente emocionado y ante un estadio que lo ovacionó de pie, manifestó: «Estaba en un momento muy complicado de mi vida y decidí estar presente porque es un partido que marca la historia del club”.

La vuelta será el próximo jueves 26 de septiembre, en el estadio Raimundo Sampaio de Belo Horizonte, donde Colón buscará alcanzar la final de la Copa Sudamericana por primera vez.

Marcos Carena 2ºB, T.T