Diabetes: el mal que crece 

Muchas personas no toman conciencia de lo maligno que puede ser no cuidarse, tanto en las comidas o no hacer ejercicio. Lo que hoy puede […]

Muchas personas no toman conciencia de lo maligno que puede ser no cuidarse, tanto en las comidas o no hacer ejercicio. Lo que hoy puede ser una delicia, mañana puede ocasionar graves problemas de salud y cuando uno se da cuenta, puede ser muy tarde. Así ataca la diabetes. Hoy, con más o menos intensidad, uno de cada diez argentinos la sufren. Otros tantos, capaz que también pero aún no lo saben. Un último censo realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) dio a conocer datos estadísticos que revelan números muy preocupantes para el futuro de nuestra sociedad. Se cree que desde 1980 hasta la fecha se cuadruplicó la cantidad de gente que lo sufre y que el 95% de los afectados tienen el tipo 2 de esta enfermedad, que aparece por el sedentarismo, mala alimentación y el tabaquismo. Dentro de ese porcentaje, la mayoría de los afectados rondan entre los 18 y 25 años.

En una charla íntima con Pirámide Invertida, la doctora María Agustina Urbi dio detalles de cómo se genera esta enfermedad. Para dar una introducción al tema contó: «La diabetes se genera por una cadena genética, donde puede ser hereditaria tanto de un padre o antecesores, y problemas de índole inmunitario. En el 90% de los casos provienen de la obesidad y el sedentarismo, además de la dieta inadecuada. Hay diferentes tipos de diabetes, el tipo 1 que no es tan común. Muy poca gente lo tiene y debe hacer un tratamiento muy exhaustivo. El otro, es el tipo 2. Este último es el más tranquilo, mediante ejercicios y una buena alimentación se la puede controlar». La diabetes de tipo 1 es la más complicada de todas, se genera desde la infancia y desde ese momento se medica a los afectados hasta el último de sus días. Pero el 5% de los diabéticos sufren esto y son los más propensos a adquirir otro tipo de enfermedades o perder las extremidades. Esta enfermedad no sólo se genera tener alto el nivel de azúcar  por la mala alimentación, sino que, también hay otros factores. Urbi explicó: «También se la asocia con problemas oculares, pueden causar pérdida de visión o ceguera, ya en lo más extremo. La mayoría de los que fallecen por diabetes es por temas cardiovasculares. También dañan los nervios periféricos del paciente y pone a la persona en peligro para protegerse a uno mismo y evitar lesiones. Otro de los problemas que puede acarrear es la pancreatitis crónica y el pie diabético. Ataca todo lo que es extremidades inferiores. Un problema común en diabéticos es la mala cicatrización de las heridas.» Hay que aclarar que, en el pie diabético, aparecen manchas negras y provoca muchos problemas a la hora de caminar. Por otro lado, la cicatrización de las heridas en estas personas dura más que una persona que no lo tiene, cuando para uno se le cura en cuestión de días al otro le lleva semanas, meses o años.

Otras de las voces que se pudo rescatar en la charla fue la de Carlos, un portero de 53 años que padece de diabetes. «En mi familia tuve la desgracia de que mi papá falleciera por este tema. Además, mis dos hijos también lo padecen, pero, por suerte, no se medican. Ellos, por lo menos, con dieta y deporte lo llevan bien. En cambio, en mi caso todos los días me tengo que hacer controles y cuidarme con las comidas», contó en la charla. Muchas veces luchar contra esto se hace complicado, suele ocurrir que mientras se tiene el azúcar alto, las ganas de comer un alfajor o tomar gaseosa se hace más fuerte: «Yo en estos momentos tengo 210 de glucosa y tengo más ganas de comer media docena de facturas que un turrón o salir a comer. Se me hace muy complicado llevar la dieta adelante. Hay veces que lo dulce me puede más, aunque sea malo para mí», agregó Carlos. Para finalizar la charla, la doctora oriunda de Lomas de Zamora recalcó: «Siempre hay que tener una alimentación saludable, cumplir con la alimentación. Hay que llevarlo bien a cabo todo el procedimiento para que no pase a mayores. Desde mi lado no es lindo ver como le amputan la pierna a alguien que no se cuidó».

Facundo Olguin