Por más educación contra los femicidios

Durante 2016, en nuestro país hubo 27 casos de femicidios en chicas de ente 13 a 18 años, y de 19 a 30 años fueron […]

Durante 2016, en nuestro país hubo 27 casos de femicidios en chicas de ente 13 a 18 años, y de 19 a 30 años fueron 102. Si bien de este año aún no hay números, hay familias destruidas y casos aún no resueltos, y los números que se encontrarán al final del 2017 parecen ser más atemorizantes que los ya mencionados.

Actualmente, muchas mujeres jóvenes se encuentran atemorizadas; solo el hecho de salir a bailar puede transformarse para cualquiera de ellas en su última noche.

Aunque hace ya algunos años que las mujeres empezaron a salir a las calles como forma de protesta, pidiendo que se termine con esta locura de no poder salir a la calle tranquila, pidiendo justicia para los casos de femicidios en todas partes de la Argentina, este fenómeno parece no tener fin, y pareciera que cuanto más se pide que pare, más mujeres lo sufren.

Darla Mendoza, una brasileña de 19 años que practica de manera activa el feminismo, respondió algunas preguntas en un diálogo para Pirámide Invertida, en el que comenta su punto de vista acerca de este fenómeno que preocupa a las mujeres argentinas. “El gobierno en sí no tiene la responsabilidad de los actos, la sociedad en general tiene un pensamiento machista y pasa que la mujer es vista desde un principio por toda la sociedad como inferior, entonces el hombre es como el jefe y tiene el poder, sobre todo. Por eso es que ocurren estos casos”, comenzó diciendo la joven. Darla está convencida de que la solución no está en las protestas contra la justicia, sino que es algo más grande y tiene que ver con la educación.

“Si se le da educación a una persona desde que nace, se pueden cambiar muchas cosas; es ahí donde el gobierno tiene que hacer su parte y ayudar, para que las personas no se queden sin saber, porque muchos no saben, muchos no entienden. Incluso algunos de los hombres que ejercen machismo lo hacen sin conciencia, porque para ellos es normal, es lo que se les enseñó siempre”, terminó diciendo.

Sobre el mismo tema, con ideas bastantes distintas, habló una maestra de colegio secundario de 36 años. “Yo creo que la solución es compleja, el proceso que deberíamos seguir ya está iniciado, es seguir haciéndolo visible, no desde el lugar de la violencia, sino seguir por el camino de ser escuchadas y sobre todo respetadas», expresó.

Hay miles de formas para terminar con este fenómeno, pero a la vez hay otras miles de razones que lo impiden, y tienen que ver con la justicia, la sociedad, la educación, o el gobierno. Una solución pasaría por tomar conciencia de la dimensión del problema.

Yamila Montero y Marisol Ramírez