Un chico más en el club, un chico menos en la calle

El Barrio Comandante Luis Piedrabuena es un conjunto habitacional construido en 1957, en Villa Lugano. Se encuentra delimitado por la Av. Gral. Paz, Av. Castañares […]

El Barrio Comandante Luis Piedrabuena es un conjunto habitacional construido en 1957, en Villa Lugano. Se encuentra delimitado por la Av. Gral. Paz, Av. Castañares y Av. Piedrabuena. Habitan en él unas 16.000 personas.
En la parcela 3 (calles Montiel, entre 2 de Abril de 1982 y Goleta Santa Cruz) se encuentra el Club Social, Deportivo y Cultural Malvinas Argentinas, y su anexo, denominado “Sede Club Malvinas Argentinas”, ubicado en la esquina de las calles 2 de Abril de 1982 y Montiel.

Dicho club fue creado en octubre de 1981 y desde su apertura realiza una importante función social para los niños y jóvenes de Piedrabuena y de los barrios aledaños. Tiene como objetivo social: fomentar el perfeccionamiento físico y mental de sus asociados, estimulando y facilitando la práctica deportiva no profesional; promover la formación cultural e intelectual, mediante la realización de actividades artísticas, científicas y literarias.

La institución se divide en dos propiedades, por un lado se encuentra el club que cuenta con un gimnasio con las máquinas principales, sin ningún lujo; una cancha cubierta de fútbol 5 y un pequeño espacio donde se practica karate. También se encuentra al aire libre la cancha de fútbol 7, donde se realiza el “Torneo Unidos Por Las Comunas”, en el cual se acercan 180 chicos y chicas de distintos barrios con el fin de intercambiar experiencias entre ellos mediante el deporte. Por el otro lado, está la sede social, donde se encuentra la sala de computación, una sala de música y un amplio salón que funciona como merendero y cenador.

MUCHO MÁS QUE UN CLUB

Pese a tener una estructura muy precaria, sin las comodidades o las instalaciones adecuadas (esta situación se ve con más claridad los días de lluvia, donde se inunda el predio y por ese motivo deben cancelarse las actividades programadas), el mantenimiento es posible gracias al aporte solidario de los encargados de las actividades, padres y madres de esos pequeños que pasan horas ahí dentro, a través de las “Jornadas Solidarias” con una participación comunitaria que se desarrolla todos los años.
Hace diez meses se creó un “grupo de jóvenes asistidos” integrado por 6 chicos que se reúnen todos los miércoles por la tarde, para debatir las problemáticas del barrio y ver en qué pueden ayudar. Una de estas reuniones tuvo como resultado la creación de la sala de computación en la sede y el “Torneo Unidos por las Comunas”.
Aparte de todo esto, el Gobierno de la Ciudad emprende un taller femenino por toda la capital federal llamado “Ellas Hacen”, al cual asisten alrededor de 40 mujeres mayores de 18 años, en el cual aprenden y practican diferentes oficios. Todos los martes y miércoles se acercan a refaccionar las instalaciones de la sede social. Además cuentan con charlas informativas, sobre violencia de género y educación sexual, entre otras.

TODO ES A PULMÓN

Celia Ibáñez es la encargada de darles de comer a las 150 personas que asisten a la sede de lunes a viernes. Su día arranca bien temprano y termina muy tarde “Me levanto a las siete de la mañana, ocho menos veinte llega el proveedor (del Gobierno de la Ciudad) con la mercadería y a las diez de la noche recién me voy a mi casa”, explica. Una vez que tiene los ingredientes, empieza a cocinar para la noche y si tiene tiempo, adelanta la cena del día siguiente. Generalmente tiene compañía, pero no la necesaria: “De las seis que somos, quedamos cuatro y no siempre vienen todas”, aclara. Hay un poco más de 50 personas a la espera de la ampliación de las instalaciones para poder ser parte de este grupo. Celia, igual que cada uno de los integrantes de la sede, no recibe ningún tipo de compensación económica por lo que hace, es solo por amor. “Todo es a pulmón, no importa si llueve, hace frío o calor, esto no es un comedor, esto es familia”, afirma. “Con esto, no me falta nada en la vida, estoy hecha”.

De un lado Celia y sus 2 ayudantes preparando la cena, y del otro, los chicos comiendo.

DEPORTES

Chaiu Do Kwan

Horacio Villalba (61 años), es el profesor que se encarga de dar esta rama del karate los días lunes y miércoles en el club de 19:30 a 21:00 hs. Además de enseñarles las diversas técnicas, los trata de formar como personas. “La base de esta actividad es la disciplina y el respeto”, explica. Lograron varios títulos, pero el más importante fue hace un par de años: “En Julio de 2015 fuimos a Rio de Janeiro a competir por un torneo Panamericano y salimos campeones”, afirma. Hay alrededor de 15 chicos de ambos sexos y diferentes edades, todos abonan un total de $200 por mes. Horacio le da un 10% al club de lo recaudado por el alquiler del espacio. Ian Alarcón es su alumno becado, el cual rindió con éxito “Confié en él y no me fallo, fue a Rio de manera gratuita y me trajo la copa, un orgullo”, expresa.

BABY FÚTBOL

La actividad la realizan 250 Chicos en el turno vespertino en diferentes categorías, inician en escuelita a los 5 años de edad y finalizan a los 13 años. El club esta federado a la “Liga Argentina de Baby Fútbol” y mediante el alquiler nocturno de la cancha, realiza el pago de la cuota mensual de la liga para que los chicos tengan la oportunidad de competir en un torneo anual los días sábados y además puedan atenderse en la obra social de la liga totalmente gratis. El club se ubica en la zona “B”, en una liga que posee cuatro zonas. Gonzalo Martinez se hace cargo de la dirección técnica de las diversas categorías.

LA SEDE

TALLER DE MÚSICA

Daniel Campa (47 años), quien tuvo una dura historia de vida, es el que hace cuatro años se encarga del taller de música. Inicialmente era denominado “Rimas de Barrio”, y su principal género era el Hip-hop. Pero con el paso del tiempo, los chicos y chicas querían aprender otros ritmos y actualmente componen, cantan y graban sus propias canciones de distintos géneros. “Logramos más de lo que esperábamos. Tuvimos momentos malos, éramos pocos, pero todos crearon canciones grupales y en el 2015 estuvimos en Tecnópolis, fue algo hermoso”, cuenta, emocionado, Daniel. Concurren al taller alrededor de 30 personas de distintas edades. Pero más allá de la enseñanza que pueda darles Daniel, lo primordial es lo humano “Yo vengo acá y trato de sacarlos de la calle, que aprendan obvio, pero que sepan respetar y compartir fundamentalmente”, explica.

COMPUTACIÓN

Hace aproximadamente un año se inauguró la Sala de Computación en la sede. Cuenta con 12 computadoras y un proyector (todo donado por un banco privado). Asisten 24 alumnos al curso de “Operador de PC”, con título oficial certificado por la universidad de la UMET, ya que el club realizó un convenio. Además el profesor es enviado de la misma universidad a practicar las clases en el establecimiento. El curso se realiza los días viernes en el turno vespertino. A partir de este año empezó el curso de “reparador de PC”, que dura tres años.

Una producción especial de: Francisco Schiavetta, Martín Cristiani, Iván Slapka, Lucas Ibarra,Néstor Sanchez, Lourdes López Mendez, Lucas Pacheco, Maximiliano Panissa, Alexis Tropia y Alejandro Torres