De la calle a las canchas, la Liga de los Potreros

El sábado último se jugó la quinta fecha de la Liga de los Potreros, en su segunda edición, en el predio de Casa Amarilla, luego […]

El sábado último se jugó la quinta fecha de la Liga de los Potreros, en su segunda edición, en el predio de Casa Amarilla, luego de estar suspendida dos semanas por intensas lluvias. En el Grupo A lidera Don Bosco Amarillo, y en el B, C. A. Villa del Carmen.

El campeonato reúne a equipos conformados por adolescentes y niños de villas de capital y un equipo de la Villa La Cárcova, no oriundo de Capital Federal. En 2016, en el primer torneo, se coronó campeón el equipo de Virgen del Carmen en una final inolvidable para los chicos, jugada en las mismísima Bombonera, en el día del hincha de Boca, y transmitida a todo el mundo. El ganador, aparte de recibir una réplica de la Copa Libertadores de América, ganó un pasaje a Roma y una visita personal al Papa Francisco por parte de todo el plantel.

“La intención cuando se armó la Liga fue fortalecer los clubes que están laburando en las villas de la ciudad y la provincia, con el apoyo del Padre Gustavo Carrara y el padre Pepe Di Paola”, declaró Hernan Morelli, uno de los organizadores de Boca Social. El objetivo de la Liga es darle acompañamiento y herramientas a los chicos de barrios carenciados para que puedan afrontar los diversos problemas que sufre cotidianamente. Convirtiéndolos en ejemplos positivos para otros chicos como ellos y así poder ejecutar una reacción en cadena para que la situación pueda mejorar, como lo explicó Hernan: «Nosotros no queremos sacar a los chicos de la calle, al contrario, queremos dejarlos pero con herramientas positivas”.

A pesar de ser el segundo año, el evento deportivo ha experimentado un gran crecimiento, como comentó Morelli: «Dios mediante, el año que viene vamos a abrir dos sedes en la provincia, aún estamos definiendo el lugar. Nos alegra poder ayudar con estos proyectos”.

Actualmente hay tres ligas en curso, dos infantiles y una juvenil, que albergan alrededor de 45 equipos de niños y adolescentes. En la edición del año que viene se piensa sumar a la actual sede en capital, dos más en la Provincia de Buenos Aires, lo que sería una idea muy buena, para que se puedan sumar equipos de barrios que actualmente no pueden competir. Este torneo puede llegar a convertirse en algo muy bueno y grande ya que cada año crece sin pausa y solo tiene consecuencias positivas tanto para los chicos como para la sociedad.

Nicolas Soria, Eros Ledesma y Alex Pinilla