Fútbol callejero: la Liga Metropolitana de chicos y chicas, un espacio para el diálogo

Con el fin de potenciar el diálogo mediante el fútbol,  la actividad socio-deportiva contó con la presencia de jóvenes- desde 8 a 18 años- de distintos […]

Con el fin de potenciar el diálogo mediante el fútbol,  la actividad socio-deportiva contó con la presencia de jóvenes- desde 8 a 18 años- de distintos barrios de la ciudad y del conurbano bonaerense. Esta disciplina congrega aproximadamente cien organizaciones sociales en toda la Argentina, treinta de las cuales están ubicadas en Capital Federal y en los municipios bonaerenses de Avellaneda, José C Paz, Pilar, Moreno, Lujan y Tres de Febrero.

La directora de la FUDE, Rebeca Thompson, detalló que el evento es el retorno de un trabajo que se lleva a cabo hace 20 años, donde las organizaciones sociales junto a “pibes”, son las protagonistas. “Con las limitaciones que tenemos: somos cien por ciento autogestivos. Para hoy, contamos con el apoyo de la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, quien puso el transporte”, afirmó.

Thompson sostiene que no existe el fútbol callejero sin mujeres, ya que su participación es obligatoria. “Cuando iniciamos la metodología, el gol de la mujer valía doble. Y ya no, porque hay una equidad, estamos en igualdad de condiciones”, reveló. Uno de los logros primordiales de la disciplina es que hay reconocimiento, desde pequeños, de la participación de la mujer en un espacio que culturalmente está reservado a lo masculino.

Por su parte, Ezequiel Martín, uno de los coordinadores de la Liga Metropolitana, definió al evento como un ámbito de diálogo, que ha intervenido positivamente en muchos lugares del mundo transformando las comunidades. “A través de una pelota, jóvenes que no podían compartir nada, ni un partido, con el diálogo lo han logrado”, remarcó con entusiasmo.

Asimismo, el juego cuenta con un reglamento en el que quedan explícitas las normas básicas de la disciplina. Los equipos se integrarán con hombres y mujeres sin excepción y no habrá árbitros, sino “mediadores”. Los partidos se dividen en tres tiempos: en el primero se establecen las reglas, en el segundo se juega y en el tercer tiempo, todos los jugadores dialogan sobre el desarrollo del juego y si se respetaron las pautas que se habían acordado mutuamente. A lo largo de los tres períodos, el mediador colaborará facilitando el diálogo y la interacción entre los equipos,  pero sin intervenir ni regularla. No necesariamente ganará el partido el equipo que más goles haya hecho, sino que la victoria se obtendrá por puntos, tanto por los goles convertidos como por el respeto a las reglas acordadas.

El gran desafío que se plantea la FUDE es poder acompañar con mundiales propios a los organizados por la FIFA, aunque la directora de la fundación explicó que será difícil de concretar para 2018. De todas formas, en agosto se realizará un encuentro latinoamericano en Porto Alegre; sólo resta elegir el evento y el espacio.

Camila Suárez