Mateo Kawaguchi: un ejemplo de superación

Mateo Kawaguchi cumplió su sueño de ser el primer pizzero con síndrome de Down en participar en el Mundial de la Pizza, donde los mejores […]

Mateo Kawaguchi cumplió su sueño de ser el primer pizzero con síndrome de Down en participar en el Mundial de la Pizza, donde los mejores profesionales del mundo demostraron sus habilidades en distintas categorías.

Mateo empezó a construir este sueño en noviembre del 2016, momento en el cual ingresó a trabajar en una pizzería en Balvanera. Allí comenzó con pequeños cursos para hacer empanadas y día a día se fue perfeccionando en este oficio. Hoy en día, con tan solo 22 años, tuvo que interrumpir por unos días sus estudios -para obtener el título de maestro pizzero- por un viaje a Italia, nada más y nada menos que para representar a Argentina en la 26ª edición del Mundial de la Pizza.

«Mateo está encantado, feliz. Este viaje significó su salto a la adultez, porque, si bien nosotros vinimos a verlo, él viajó solo y convive con el equipo argentino. Estoy terriblemente emocionada», contó Gabriela Quintana, madre del joven que sueña con tener su propia pizzería.

El 9 de mayo, el argentino hizo su debut en la categoría Integlia, en la cual preparó una pizza rectangular al molde. «Dejó reposar la masa 36 horas en heladera, bien al estilo italiano. La estiró, le agregó cebolla morada, mozzarella, queso parmigiano reggiano, orégano y oliva. En todo momento le preguntaba cómo se sentía y él me decía que estaba feliz. Salió todo espectacular», detalló Javier Labaké, director de la Asociación de Pizzeros y Propietarios de casas de Empanadas de la Argentina (Appyce).

Además, Labaké, quien asistió al representante argentino durante su presentación, remarcó: “Mateo demostró que las personas con discapacidad no sólo pueden trabajar como cualquiera, sino también estar entre los mejores del mundo».

Según informaron varios medios que estaban presenciando la competencia, el momento en el que Mateo hizo su presentación fue el más emotivo del día y posteriormente a la exhibición, le pidieron muchísimas fotos.

Más allá de los resultados, sin dudas, para Gabriela su hijo ya se consagró: «Se vio lo que queríamos que se viera: que con su discapacidad, Mateo pudo estar en igualdad de condiciones con los mejores. Rompió todas las barreras y demostró que se puede. Ese es el mejor premio».

 

Mateo preparó una pizza rectangular al molde en la competencia internacional

Marcos Roncaglia