Polémica por la implementación de los molinetes en la línea Roca

Desde el pasado 17 de septiembre, los nueve millones de usuarios que utilizan la línea Roca por día comenzaron a pagar sus viajes a través […]

Desde el pasado 17 de septiembre, los nueve millones de usuarios que utilizan la línea Roca por día comenzaron a pagar sus viajes a través de los molinetes ubicados en las entradas de las estaciones y de los andenes. Dichas máquinas fueron instaladas en Plaza Constitución, cabecera de la línea, a principios de año, y luego se fueron extendiendo en todas las estaciones intermedias de las vías que unen Constitución con Ezeiza y Alejandro Korn.

Uno de los motivos que retrasaron la implementación de estos molinetes fue el hecho de que varias de las estaciones que le siguen a Temperley, hacia el lado de Ezeiza y Alejandro Korn, no tenían el tendido eléctrico y funcionaban con el tren diésel. En breve las instalaciones estarán terminadas, así como también sucede en las líneas del subte de la Ciudad de Buenos Aires, y con las líneas Mitre y Sarmiento, en el ferrocarril.

Lo que permitirá esta acción es que todos los pasajeros que utilicen el servicio del tren paguen su boleto, y lo hagan desde el lugar en que lo toman, hasta la estación en que se bajan. Antes de abandonar la parada final, deberán pasar su tarjeta SUBE por los molinetes, y recién ahí el pago se habrá efectuado (cobrarán el boleto máximo y luego se devolverá la diferencia). Por otro lado, permitirá reducir la cantidad de cola que se forma en las boleterías de cada estación y en las máquinas automáticas donde se consiguen actualmente los pasajes.

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¿Cuál sería el problema de esta medida? En principio ninguno, pero en la cabecera Constitución varios puestos de diarios que llevan, algunos, más de 100 años trabajando allí, se vieron perjudicados, porque se colocaron las líneas de molinetes a escasos centímetros de donde están estos puestos, lo que impide el paso cómodo de la gente y perjudican en su venta.

Entre los diarieros y representantes del Roca hubo y se mantienen negociaciones. Aunque más que negociaciones es casi un aviso de que tienen que desalojar inmediatamente la zona. Las autoridades del tren quieren el hall libre, todo esto surge principalmente a partir de lo que pasó con la tragedia de Once, ya que necesitan que las vías de escape estén sin obstáculos. En total, son cinco los puestos afectados por la disposición de los molinetes.

Desde las autoridades del ferrocarril les dijeron que la mejor medida que podían tomar es la de mudar sus locales a otros lugares del hall principal en dicha terminal. Pero, claro está, los dueños de los puestos de diario no quieren hacerlo.

«Los pusieron bien delante de nosotros, como diciendo ‘si no te gusta, andate'», dijo a Pirámide Invertida uno de los dueños de los puestos en cuestión. «Estamos en una pelea con el Roca. Nos quieren mandar cerca de las vías, con las palomas, bien apartados de todo”, sentenció al ser consultado por la medida que se lleva a cabo.

El problema también se trasladó hasta la estación de Temperley, donde se cerró el puente peatonal sobre las vías del tren y solo está disponible para aquellos que paguen boleto con la SUBE. Así, el uso se volvió único para los pasajeros del tren. Este puente lo utilizaban los vecinos para cruzar de Este a Oeste y viceversa. La medida fue repudiada y los vecinos pidieron que se retiren dichas trabas para poder cruzar de lado a lado.

Por Christian Costilla, Martín Peter y Franco Motta