Qué buscan los que llegan atraídos por un «Buenos Aires querido»

Acuden  desde  diferentes puntos del planeta. Para algunos es su primera vez. Otros, más experimentados, repiten con la misma fascinación de antaño el recorrido por […]

Acuden  desde  diferentes puntos del planeta. Para algunos es su primera vez. Otros, más experimentados, repiten con la misma fascinación de antaño el recorrido por sus barrios, o lo amplían buscando un plus.  Lo cierto es que el viajero llega a la Reina del Plata atraído por sus paisajes, aromas y sabores. Un poco de cada cosa contiene el perfil de los turistas que buscan experimentar cómo es el día a día de los porteños.

Existe una amplia carta para satisfacer los diversos gustos y necesidades del consumidor, la cual abarca desde paseos en bicicleta, para los más jóvenes y aventureros, a las caminatas por la glamorosa peatonal Florida, en busca del siempre reconfortante tour de compras.

Sin embargo, son muchos los que prefieren recorrer más a fondo. Para ello eligen subirse a diario a uno de los Buses turísticos que la ciudad propone en un circuito con 24 puntos destacados, que invitan a conocer la historia, cultura, y tradiciones criollas.

El paseo arranca en el punto cero llamado Diagonal Norte, en la Avenida Roque Saenz Peña 728. Desde los vehículos se puede apreciar el contraste de los distintos barrios: el incesante paso de los oficinistas en el microcentro, la distinción de Recoleta, las construcciones antiguas de San Telmo, los colores de La Boca y la juventud de Puerto Madero.

Santiago Pecchi es guía del Bus desde hace cuatro meses. Con amabilidad informa que es un servicio pensado para quienes no tienen mucho tiempo para visitar la ciudad. Con respecto a los sitios más populares, comenta: “Todo el mundo quiere conocer la cancha de Boca, la Usina del Arte y Caminito por el Tango, y los fines de semana van a la feria de San Telmo. Los brasileños visitan todo el año en Buenos Aires, seguidos por los uruguayos y gente del interior del país; en menor medida, gente de Europa o Norteamérica”.

Marco Tulio Sánchez Gómez es colombiano; está en la espera de la salida del bus, en la puerta del punto de venta. Cuando se le pregunta cuáles son las razones por las que eligió a Argentina, comentó: “Buenos Aires es reconocida en todo el mundo y un destino obligado para todos los latinos; a mí me recuerda mucho a Francia. Esta vez (ha estado aquí tres veces) vine  a ver el partido de la Recopa. De Buenos Aires me atrae su arquitectura, que me recuerda a Europa, su gastronomía y su cultura”.

Miriam Navarre es de Buenos Aires, pero vive en La Pampa yvolvió aquí por una capacitación laboral. Cuenta que pensaba bajar en La Boca; al bus se lo recomendó un compañero de trabajo. Lucía y Carmelo también son de aquí pero decidieron hacer el tour al ver el micro por la calle, ya que consideran que, pese a conocer los destinos, “con el micro es distinto”.

La familia uruguaya compuesta por Diego, Shirley y Joaquín llegó nuevamente a Buenos Aires con distintas motivaciones; el pequeño  Joaquín quiere conocer la Bombonera; Diego es fanático del tango y dice: “Acá es La Meca”. A Shirley le interesa el Parque de la Costa.

Como complemento externo al recorrido, los visitantes pueden optar por una diversa oferta gastronómica, desde el clásico asado y las minutas hasta platos más elaborados, y optar por lugares icónicos como El Palacio de La Papa Frita o bien el circuito de pizzerías notables como Banchero o Guerrín. El personal de Parribayres asegura que el choripán, es por lejos, lo más pedido por los turistas en el local.

En cambio, si la intención es degustar con mayor tranquilidad productos autóctonos de nuestras tierras, lo más práctico es acudir a lugares como Vinhos Argentinos, un negocio que ofrece una amplia gama de vinos, alfajores y  dulce de leche de nuestras pampas. Allí, Mariana, oriunda de San Pablo y encargada del establecimiento, contó que la mayoría de sus clientes son brasileños, y que el producto estrella del lugar es el Malbec mendocino, del cual son fanáticos. En el comercio se preparan para la temporada alta, cuando llegan los cruceros, desde noviembre hasta marzo. Para estar seguros de adquirir un brebaje que sea de su agrado, pueden degustar el producto antes de optar por comprarlo.

Escenas como estas se viven a diario en las calles de la ciudad. Los extranjeros no solo vienen a conocer y disfrutar, sino también a sentirse parte de nuestra esencia porteña, en fin, de nuestro Buenos Aires querido. Finalmente, y antes de su partida, todos concuerdan con un mismo deseo… «Cuando yo te vuelva a ver…».

Por Alejandro Severini y Diego Pirpignani