El triste hecho que se llevó la vida de Akiva Dabbah, de 20 meses de edad, se registró en un edificio residencial ubicado sobre la Avenida Avellaneda al 2400. El niño se encontraba jugando con su hermano en el pasillo del noveno nivel. Este doloroso suceso ocurrió cuando el infante se aproximó al dispositivo de transporte vertical, sembrando la consternación en la comunidad de vecinos.
La investigación indica que Akiva quedó inmovilizado en el hueco que existe entre la puerta exterior y la de la cabina. Testimonios señalan que su madre observó la escena en el instante en que el elevador fue accionado desde otro nivel. Debido a la activación del sistema, y sin que la mujer pudiera intervenir, el movimiento del aparato provocó que el niño cayera al pozo.
Las pesquisas iniciales sobre la causa de la tragedia a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional N.º 12 se concentran en una posible deficiencia del mecanismo de ascenso. Los técnicos analizan si el aparato, que poseía un sistema de apertura manual, respetaba la reglamentación que impone un espacio máximo de 12 centímetros entre los accesos. La hipótesis principal es que esa separación superaba lo permitido, lo que facilitó el atrapamiento del infante y su posterior caída.
Tras el accidente, el menor fue socorrido por servicios de urgencia y trasladado de inmediato al Hospital Álvarez, llegando en un estado crítico, con paro cardíaco y múltiples lesiones. A pesar del esfuerzo del personal médico, el niño falleció durante la asistencia. La causa judicial sigue su curso, con el objetivo primordial de determinar si existen responsabilidades penales ligadas al mantenimiento del elevador o al incumplimiento de las normativas de seguridad.
Lourdes Pérez Repetto, 2° A TT