Después de más de una década alejados de los escenarios, y tras una gira que los llevó por distintos puntos del país, Los Piojos eligieron River para cerrar su reencuentro. El Monumental fue testigo de un regreso que superó cualquier expectativa.
La primera noche, el sábado 21, arrancó cerca de las 21:45, cuando los acordes de “Llévatelo” desataron el primer estallido de un público. Desde ahí, tocaron clásicos como “Te diría”, “Desde lejos no se ve” y “Tan solo”. Hubo lugar para homenajes, como el emotivo recuerdo a Gustavo “Tavo” Kupinski con “Ruleta” acompañada por su hermano Matías, y para rarezas como “San Jauretche”, que no sonaba en River desde 2002.
El domingo 22, en una noche más larga y más emotiva, la banda ofreció un setlist extenso que combinó éxitos infaltables con guiños a su primera época. “María y José”, “El farolito”, “Verano del 92”, “Arco”, “Sudestada” y “Como Alí” fueron las canciones más destacadas. El segmento más intenso llegó con “Pacífico” y “Cruel”, mientras que el cierre, con “Juana Azurduy” y una versión cantada del Himno Nacional, coronó el clima de celebración popular. También se sumaron músicos invitados.
Ambas noches fueron mucho más que un concierto. Fueron una ceremonia. Un regreso largamente esperado por una generación que creció con sus canciones, y también por nuevos públicos que descubrieron el fenómeno piojoso en el tiempo de su ausencia. Con estos shows en River, la banda no solo cerró una gira, volvió a ocupar un lugar grande en la historia del rock argentino. Y lo hizo con altura.
“Nos vamos, pero no por mucho tiempo”, dijo Ciro antes de despedirse. Se espera que la banda vuelva a tocar a principios del próximo año.