Con un último registro en 1997, Mar del Plata albergó nuevamente un Campeonato Sudamericano de atletismo de mayores. En un fin de semana ideal para acompañar las actividades al aire libre, el público colmó el estadio Justo Ernesto Román del Parque Municipal de los Deportes. El evento contó con más de 400 atletas de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Bolivia, Chile, Paraguay, Venezuela, Panamá, Guyana y Surinam. Se desarrolló desde el viernes 25 de abril hasta el domingo 27.
En el torneo organizado por la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), la Federación Atlética de la provincia de Buenos Aires y la Federación Marplatense de Atletismo, la delegación argentina contó con 61 atletas, que obtuvieron 13 medallas: 3 de oro, 4 de plata y 6 de bronce, y se ubicó en el cuarto lugar. El podio lo integraron Brasil con 52, lo siguieron Colombia con 17 y Chile, con 14.
Los argentinos tuvieron un destacado arranque en el certamen. En la primera jornada, Tomás Revaggi y Diego Lacamoire se coronaron campeones en los 1500 metros, mientras que Joaquín Gómez dominó el lanzamiento de martillo. En los 10.000 metros, la marplatense Florencia Borelli conquistó la medalla de plata, y José Reynaga completó el podio con un bronce. Además, el relevo mixto 4×400 metros sumó una valiosa presea de bronce para el equipo nacional.
La segunda jornada mantuvo el ritmo con nuevas conquistas. Revaggi volvió a destacarse con una plata en los 3000 metros con obstáculos, al igual que Elián Larregina, segundo en los 400 metros. El cuarteto masculino de 4×400 —integrado por Larregina, Pinti, De Genaro y Mirón— también se subió al segundo escalón del podio con un tiempo de 3:08.77. Las medallas de bronce llegaron de la mano de Juan Arrieguez en lanzamiento de bala (18,78 m), Aldana Garibaldi en salto con garrocha (3,20 m) y Daiana Ocampo en los 5000 metros, quien cronometró 15:57.15.
Con este palmarés, los deportistas argentinos no lograron hacer sentir la localía ni mantener la línea de resultados obtenida en los Juegos de San Pablo 2023, en la que había vuelto a ser subcampeón con seis medallas doradas, cuatro plateadas y la misma cantidad de bronce. Quedaron a una presea del podio, dominado por Brasil por 31ª edición consecutiva, con 20 oros, 19 platas y 13 bronces.
El oriundo de Wilde, Joaquín Gómez, fue la actuación individual más destacada, debido a que estableció un récord del campeonato y argentino en el lanzamiento de martillo, con una marca de 77,69 metros. Joaquín es entrenado por su padre, Daniel Gómez, quien también fue campeón sudamericano en esta disciplina. No únicamente por la marca fue memorable lo del argentino, también se impuso sobre dos finalistas mundiales: los chilenos Gabriel Kehr (segundo con 76,90) y Humberto Mansilla (tercero con 76,61).

Las otras dos preseas de oro para los locales fueron concebidas por la marplatense Micaela Levaggi, que llegó al Sudamericano tras un año de recuperación de varias lesiones, y obtuvo los 1.500 metros el primer día de competencia. Diego Lacamoire, también nacido en La Feliz, conquistó la tercera dorada de la delegación en los 1.500 metros con 3m41s34.
El Sudamericano cerró con un balance más que positivo para el atletismo argentino y regional. Mar del Plata volvió a estar a la altura de un torneo de esta magnitud, con una organización que cumplió y un marco que acompañó. En la pista, los atletas dejaron marcas para destacar y actuaciones que ilusionan. Argentina sumó medallas importantes y mostró una camada que empieza a consolidarse. Más allá de los podios, el evento confirmó que el atletismo sudamericano continúa en constante crecimiento y que el país tiene con qué ser protagonista dentro y fuera de la pista.
Bautista Valor, 2° A, turno tarde