Tragedia en ruta: tras celebrar el ascenso, una familia perdió a un joven y una beba en un vuelco

Cuando regresaban a Mendoza luego de presenciar la final que devolvió a Gimnasia a la máxima categoría, el vehículo en el que viajaban sufrió un accidente mortal en San Luis.

Regresar de una celebración se transformó en tragedia. Esa es la dolorosa crónica que hoy golpea a Mendoza y al mundo del fútbol: una familia que había viajado hacia Buenos Aires para acompañar a Gimnasia de Mendoza en la final por el ascenso sufrió un violento accidente en la Autopista de las Serranías Puntanas, provincia de San Luis, que dejó dos muertos y varios heridos.

El siniestro ocurrió en la tarde del domingo, aproximadamente en el kilómetro 827 de la autopista, cuando un Honda Fit, que transportaba a cinco personas, perdió el control y volcó. El vehículo quedó con el techo apoyado sobre el asfalto; las causas del vuelco aún están siendo investigadas por las autoridades locales.

Los fallecidos fueron identificados: Lautaro Godoy, de 18 años y hincha del club mendocino, y una beba de apenas dos meses. Los otros pasajeros —dos mujeres, de 23 y 40 años, y un hombre de 44— resultaron con heridas y fueron trasladados al Hospital Central Dr. Ramón Carrillo.

Gimnasia de Mendoza, al tanto del suceso, publicó un comunicado oficial en sus redes sociales lamentando la pérdida y acompañando en el dolor a la familia. “Gimnasia y Esgrima lamenta el fallecimiento de nuestro hincha Lautaro Godoy y el de su sobrina… enviamos fuerzas y condolencias a familiares y amigos en este difícil momento”, expresó el club.

El viaje en que participaba la familia no era cualquiera: habían ido a Buenos Aires para presenciar la definición que devolvió al “Lobo” mendocino a la máxima categoría del fútbol argentino tras 41 años. Al día siguiente de esa euforia deportiva llegó esta noticia que lo opacó todo.

En las primeras estimaciones, el vuelco habría ocurrido sin impactos externos previos, por lo que los investigadores buscan determinar si fallas mecánicas, distracción, condiciones de la vía o exceso de velocidad influyeron. Por ahora no hay indicios públicos de intervención de terceros ni de otro vehículo involucrado.

Esta tragedia abre el canal de reflexión entre hinchada, clubes y autoridades: el fútbol genera pasiones, moviliza masas, pero cada viaje implica riesgos. Muchos hinchas recorren grandes distancias tras sus equipos, y en esa carretera invisible que une la euforia con la rutina pueden esconderse peligros.

El dolor de una familia mendocina, la emoción de un ascenso y el luto empañaron lo que debía ser un fin de semana de triunfo. Lautaro y la pequeña viajaban con sueños, esperanzas y el orgullo de una camiseta. Hoy no están. Y queda la herida, el reclamo y la memoria de lo que pudo ser, pero no fue.

Mientras la causa avanza —el expediente será instruido por la Justicia de San Luis—, el clima de conmoción se extiende: hinchas, vecinos y autoridades comparten un luto que excede lo futbolístico, porque una vida joven y una inocencia se apagaron en el tramo final de un regreso soñado.

Santiago Duque, 2° A TT