En China, un grupo de científicos logró el primer trasplante de pulmón de cerdo modificado genéticamente implantado en un humano con muerte cerebral. El procedimiento, liderado por el cirujano Jianxing He y su equipo, fue detallado en la revista Nature Medicine y representa un hito en el campo de los xenotrasplantes, la técnica que busca utilizar órganos animales para suplir la escasez de donantes humanos.
El pulmón fue modificado mediante la técnica de edición genética CRISPR, que eliminó señales moleculares responsables de desencadenar un rechazo inmediato. El receptor fue un hombre de 39 años en muerte cerebral, cuyo consentimiento fue otorgado por su familia.
“Estos resultados pueden representar la primera instancia documentada de trasplante pulmonar entre especies, lo que podría facilitar alternativas frente a la falta de donantes humanos”, redactaron los investigadores.
Este avance demuestra grandes mejoras en el campo de los xenotrasplantes, que busca utilizar órganos animales como alternativa frente a la insuficiencia de donantes humanos para los necesitados. Aún así, no es el primero, ya se habían documentado trasplantes exitosos de riñones, corazones e hígados de cerdo genéticamente modificados.
El pulmón funcionó adecuadamente durante nueve días, sin ningún rechazo hiperagudo, el cual es causado por una incompatibilidad total de antígenos. No obstante, las señales de daño se observaron desde el primer día. A partir del tercero, hasta el sexto, se activó una respuesta inmunológica.
¿Qué es un xenotrasplante?
Un xenotrasplante consiste en implantar en un ser humano un órgano proveniente de un animal. Los primeros intentos serios en esta práctica datan de comienzos del siglo XX.
Hoy, equipos de investigación en distintos países trabajan en esta alternativa para enfrentar la falta de donantes humanos, ya que la cantidad de órganos disponibles no alcanza para todos los pacientes que los necesitan.
Limitaciones y desafíos
El experimento, al ser ejecutado en una persona sin actividad cerebral, no garantiza si fuese viable en pacientes vivos. Además, se identificó que el uso de anti-CD40L —un inmunosupresor clave para reducir el riesgo de rechazo— no fue posible, al no estar autorizado en China, lo que obligó a los médicos a emplear otros fármacos menos eficaces y con mayor riesgo de complicaciones inmunológicas.
La utilización de órganos porcinos surge como una alternativa prometedora frente a la carencia de donantes humanos. Sin embargo, para que esto sea un hecho, se requiere avanzar en tres puntos claves: las modificaciones genéticas adicionales para reducir antígenos, nuevos inmunosupresores como anti-CD40L y, fundamentalmente, la evaluación de viabilidad a largo plazo y en sujetos vivos.
El doctor Adrián Abalovich, especialista en xenotrasplante, explicó en Infobae que, si bien ya se habían hecho pruebas con riñones y corazones en pacientes con muerte cerebral, en este caso el pulmón funcionó durante nueve días. El objetivo de estos ensayos, remarcó, es comprender el rechazo inmunológico y avanzar hacia un procedimiento seguro y eficaz.

Este trasplante es un hito histórico, pero aún no puede considerarse una técnica segura para pacientes. El reto ahora es mejorar las modificaciones genéticas y los tratamientos inmunosupresores para evitar rechazos y prolongar la función del órgano. Se necesitarán más estudios, ensayos controlados y cooperación internacional para que algún día el xenotrasplante pueda aplicarse de manera confiable en personas vivas.
Bautista Valor, 2°A TT