La transformación de Huracán: de perder la base a creer que puede ser campeón

El Globo es toda una sorpresa, luego de haber sufrido bajas de peso

Huracán: de perder la base a romper rachas históricas
El plantel del Globo en Colombia, previo al duelo frente a América de Cali por Copa Sudamericana Gentileza @CAHuracán

Huracán fue uno de los equipos más destacados del año pasado; luchó hasta la última fecha en la Liga Profesional de Fútbol (perdiendo el campeonato con Vélez en el Amalfitani), cayó en las semifinales de la Copa Argentina frente a Central Córdoba de Santiago del Estero y a pesar de todo, tuvo la fortuna de clasificar a un torneo internacional, como lo es la Copa Sudamericana.

El Globo, el equipo de Parque Patricios, históricamente siempre tuvo planteles con jugadores de jerarquía y al mismo tiempo es un equipo que como dijo Gustavo Alfaro ex DT de Huracán «va de banquina en banquina», refiriéndose a que es un club muy inestable, que puede pasar de pelear torneos hasta la última fecha y al año siguiente pelear la permanencia, algo que en el último tiempo se vio reflejado.

Sobre todo, cuando Huracán en 2022 con Diego Dabove a la cabeza peleó hasta el final y se clasificó a la Copa Libertadores y en 2023 perdió en la fase 3, quedó eliminado de la Sudamericana (de la mano de Sebastián Battaglia que no pudo ganar ningún partido con Huracán (dejó el cargo con 4 empates y cinco derrotas) y se salvó del descenso en la anteúltima fecha de la Copa de la Liga 2023.

A pesar de salvarse del descenso con Diego Martínez (el tercer técnico en el año), encontró un nivel superlativo clasificando primero en su zona, pero quedó fuera frente a Platense en lo que fue el último partido de Martínez a cargo del plantel profesional.

Un 2024 movido con la respectiva salida de Martínez a Boca, un inestable paso de Facundo Sava y la revolución de Frank Kudelka, que encontró su mejor versión de sus tres etapas en Parque Patricios.

La salida del delantero Ignacio Pussetto dejó un agrio semblante en el hincha. Del mediocampo para atrás, era un conjunto sólido, con el arquero Galíndez como capitán, Pereyra y Carrizo afianzados como la dupla central y el «triple cinco» con los chilenos y Fattori. Y acompañando a Walter Mazzanti en el ataque, había jugadores de menor peso ofensivo para lo que buscaba el equipo y eso lo pagó caro.

Arrancó 2025 de un modo muy incierto. El club tuvo muchas bajas de peso; Rodrigo Echeverría, Williams Alarcón y Federico Fattori, por ejemplo. Estos dos últimos se fueron a equipos del fútbol argentino: Fattori manifestó sus ganas de salir y llegó a Argentinos y Alarcón se fue a Boca, siendo endulzado por la dirigencia Xeneize

Echeverría se fue al León de México; en parte de pago entró un delantero, Leonardo Sequeira, que con un puñado de partidos, se destacó. Ese mediocampo tan sólido que tuvo Huracán fue vendido en tan solo 7 millones de dólares, una cifra menor por la edad de Fattori y Echeverría, que al no ser tan jóvenes no tienen poder de reventa.

Y se acomodó trayendo la experiencia de Leonardo el Colo Gil, de último paso por Colo Colo, Matko Miljevic libre de Newell’s y Emmanuel Ojeda a préstamo desde U de Chile. Trajo delanteros como Tissera, Urzi, Alanís, el mencionado Sequeira y reforzó la defensa con Marco Pellegrino.

Y lo mejor apareció cuando debutó frente a Belgrano. Kudelka apostó por Leo Pérez, un chico surgido de las divisiones inferiores de La Quemita, y desde ahí encontró en Pérez un jugador completísimo, con pase, corte, elegancia para repartir juego y teniendo altura y gran determinación. Y con el dinero del mediocampo, se acomodó, armó una base nueva y los resultados están a la vista.

Con un arranque irregular en los primeros tres partidos, pero el equipo comenzó a engranar y rompió esa brecha en el clásico al ganarle por 2 a 0 a San Lorenzo en El Palacio, conquistó a la gente y el mediocampo comenzaría a sobrevolar. Fue al Amalfitani (no era una revancha, pero…) se plantó y ganó luego de 17 años, en el Cilindro plantó cara y se llevó las tres unidades luego de 16 años y nuevamente viendo partidos enormes de Leo Pérez, Gil y Miljevic pero encontrando en Ojeda, un guerrero de batallas.

Y la racha más grande fue en Brasil cuando por la Copa Sudamericana, con todo en contra le ganó al Corinthians de Memphis Depay con un doblete histórico de Leo Sequeira y grandes niveles individuales. Los que manejaron el timón fueron Pérez Gil y Ojeda y le dieron el primer triunfo a Huracán en Brasil, con lo que eso conlleva. Golearon 5-0 a Racing de Montevideo con tres asistencias de Miljevic. Empató sin goles en el Ducó contra América de Cali; mereció algo más Le volvió a ganar a Racing en condición de visitante y después de eso selló su clasificación a cuartos del Torneo Apertura venciendo a Deportivo Riestra un equipo muy duro en un partidazo.

Y viajó a Colombia para sellar la clasificación a una siguiente instancia de Sudamericana, y a pesar de la lluvia, siendo visitante, se plantó, ganó un punto de oro que lo deja en competencia. Con un partido consagratorio para Pellegrino, con niveles altísimos de Gil Pérez y Ojeda y dejó un semblante positivo que con lo que paso el año pasado parecía difícil volver a encontrar algo similar pero sin embargo, lo encontró.

Huracán no quiere quedarse en el molde, quiere dar el salto de calidad. El corazón, la garra y la voluntad no se negocian y este equipo además de presentar buen juego juego, representa a todo un barrio. Parque Patricios cada día se siente más identificado por estos jugadores; partido a partido manifiesta ese sueño de gritar campeón.

Por Tiziano Frasette 2B Turno Noche