Astrónomo argentino podría obtener el Nobel de Física

  Como en el premio Nobel no hay nominaciones a las diferentes categorías. Los sondeos se elaboran de acuerdo a pronósticos que habitualmente realiza la […]

 

Como en el premio Nobel no hay nominaciones a las diferentes categorías. Los sondeos se elaboran de acuerdo a pronósticos que habitualmente realiza la prestigiosa compañía de datos científicos “Clarivate Web of Science”. Se realizan en base a la cantidad de citas de papers que los diferentes investigadores alrededor del mundo cosecharon en el último tiempo. Son estas instituciones las que ponen el nombre del argentino sobre la mesa por sus contribuciones a la física.

El oriundo de Santiago del Estero tuvo una infancia como cualquier otro. Pero su disciplina y perseverancia le permitió culminar sus estudios de manera honorífica. Comenzó su fase universitaria en la ciudad de Córdoba y, luego de culminar su maestría en Astronomía, obtuvo una beca en Harvard para continuar con su formación. Fue allí, donde conoció a científicos de renombre mundial que le abrieron muchas puertas en su carrera profesional. Tuvo un exitoso paso por la Universidades británicas de Cambridge y Durham. Pero se radicaría finalmente en Canadá donde es profesor hace 22 años en la Universidad de Victoria. Desde entonces vive allí con sus dos hijos y su esposa. Cada tanto visita la provincia Argentina para disfrutar las empanadas, la música y la compañía del resto de su familia.

Le ha entregado toda su vida al estudio de la materia oscura. Su tesis doctoral se basó en las colisiones de galaxias, rodeadas de grandes halos de sustancia oscura que dominan la gravedad. Desde ese momento no dejó de producir contenido científico. Lleva más de 140 publicaciones en revistas de ciencia y sus colegas lo citan en sus trabajos como una voz autorizada de ese campo.

En una entrevista reciente el astrónomo describió la importancia de sus hallazgos: “El trabajo que desarrolló trata de un eje crítico, no podemos entender al universo y el funcionamiento de las galaxias sin materia oscura. Las observaciones a gran escala que hacemos desde los observatorios astronómicos solo adquieren sentido con su presencia. Vemos que el Sol, por ejemplo, se desplaza junto a muchísimas estrellas de la misma forma en una órbita más o menos circular alrededor de la galaxia, en un plano de la Vía Láctea. Para explicar este movimiento se vuelve necesaria la existencia de una fuerza de atracción. Por tanto, es posible deducir cuánta masa hay dentro de la órbita del Sol al interior de la galaxia. Si no hay materia oscura, no se podría explicar de ninguna manera. Existen pruebas de que existe, lo único que resta es comprobarlo de forma experimental, pero estimo que no faltará mucho”.

Los avances en sus estudios han dejado una huella importante sobre la comprensión del universo. El nobel sería una gran recompensa a una brillante carrera. Sin embargo, los de Citation Laureates muchas veces aciertan con los pronósticos, pero otras no. La posibilidad de que sea coronado en Estocolmo es realmente alta. La entidad que lo postuló como ganador y tiene un gran porcentaje en esta elección. El año pasado nombraron al cosmólogo James Peebles y terminó consiguiendo el galardón.

El próximo lunes tendremos certeza de quién se llevará la estatuilla, de concretar esta chance, Julio Navarro, sumará un reconocimiento más a sus extensa carrera. Un pequeño repaso por todas sus distinciones: Físico del año en el 2004 por la Universidad de Córdoba, Fellow of the Royal Society of Canada en el 2012 en Victoria, premio honorífico en Astrofísica de la universidad de Cambridge, Medalla J. Lawrence Smith‎ de la comunidad científica de New England. Entre muchos más logros obtenidos.

El santiagueño podría sumarse a los argentinos ya ganadores del galardón. Recordamos a los nobelistas laureados: En 1936 se le otorgó la distinción a Carlos Saavedra Lamas en la categoría de la paz,  por su mediación en un conflicto entre Paraguay y Bolivia. En 1947 el Nobel de fisiología y medicina fue para Bernardo Houssay, por sus trabajos sobre las glándulas endocrinas. A su vez fue el primero en recibir el premio en la categoría científica en América Latina. En 1970, Luis Federico Leloir obtuvo el reconocimiento en química por sus trabajos sobre los nucleótidos de los azúcares. En 1984, César Milstein, también consiguió el galardón en Medicina gracias a sus investigaciones en anticuerpos. Por último, Adolfo Pérez Esquivel tuvo el premio en 1980, su importancia en los derechos humanos en Latinoamérica lo hicieron merecedor de la medalla en la sección de paz. Fue recompensado particularmente por su crítica a la dictadura militar argentina, entre 1976 y 1983 durante la cual fue torturado y encarcelado.

El santiagueño sería el primero en conseguirlo en Física; no solo en Argentina, sino en Latinoamérica. Por otro lado, es un fiel fanático al club Boca Juniors y junto con su familia siguen esta afición desde lejos como también su amor por el folklore que escuchan los fines de semana para sentir un poco sus raíces argentinas.

Solo resta esperar a que el comité haga pública su elección y aunque esta vez, los elegidos no podrán disfrutar del viaje a Estocolmo: la ceremonia de diciembre fue cancelada por la pandemia y reemplazada por un programa televisivo que mostrará a los laureados en sus lugares de trabajo. Pero sean quienes sean los ganadores, durante esos días podremos asombrarnos frente a algunos de los avances más fascinantes y maravillosos de la ciencia actual.