Ayer se celebró el día Mundial del Medio Ambiente, y el eje principal fue proteger la biodiversidad bajo el lema oficial “Por la Naturaleza” en un momento de pandemia de Covid-19.
Según el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 60% de las enfermedades infecciosas humanas registradas se transmiten de animales a personas, y alrededor del 75% de todas las enfermedades infecciosas nuevas o emergentes en humanos, como el Ébola, VIH, gripes aviarias, Zika y los SARS, tienen también origen animal.
La ONU advierte que, si se continúa por este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud. Aseguran que hay que reflexionar de manera solidaria y con respeto, porque desde la aparición del Covid-19 queda en evidencia que, cuando se destruye la biodiversidad, se destruye el sistema que sustenta la vida humana.
En el caso de la Argentina, el 25% de las especies están en riesgo y su valor natural y económico es incalculable. Además, es uno de los pocos países con tantas ecorregiones en el mundo, tiene 18: 15 continentales, 2 marinas y 1 en la Antártida. Ocho de ellas han sido clasificadas como de las más altas prioridades para la conservación con la estrategia Nacional de Biodiversidad y el Plan de Acción 2016-2020, estipulado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo de la Nación.