El nuevo acuerdo entre AFA y Agremiados: una mano en el medio de la grieta

Claudio Tapia, presidente de la AFA, junto a Pablo Tovigginio, secretario ejecutivo, fueron los responsables de firmar un contrato en acuerdo con Agremiados, representados en […]

Claudio Tapia, presidente de la AFA, junto a Pablo Tovigginio, secretario ejecutivo, fueron los responsables de firmar un contrato en acuerdo con Agremiados, representados en dicha reunión por Sergio Marchi y Cristian Aaragon.

Luego de una reunión entre los representantes de cada agrupación, llegaron a un acuerdo acerca de las responsabilidades que tomará la dirigencia del fútbol argentino y firmaron un acuerdo que beneficiará a los  futbolistas, por lo menos, durante los próximos seis meses. Aunque más que nada, esta situación trae gran alivio a una buena cantidad de clubes del ascenso.

 

“Se habilita en forma excepcional la posibilidad de que los clubes de fútbol asociados a la AFA y los/las futbolistas celebren contratos de trabajo por un plazo mínimo de 6 (seis) meses. Dichos contratos deberán suscribirse en el mes de julio de 2020 y tener como fecha de finalización el 31 de diciembre del 2020, como mínimo”, menciona el acuerdo. A partir del inicio del 2021, los clubes serán los encargados de analizar cómo seguir con la situación.

 

No será una renovación automática, sino que ambas partes aclaran: “con el fin de morigerar las consecuencias perjudiciales padecidas por los principales actores del fútbol argentino, que son los clubes, en su calidad de empleadores, y los/las futbolistas, en su condición de trabajadores en relación de dependencia, e inspirados y guiados por la buena fe laboral, que debe reinar en toda relación de trabajo”.

 

Estos acuerdos fueron excepciones, ya que lo establecido siempre fue el mínimo de un año por contrato, aunque por esta vez, se realizarán por seis meses. Y si bien la inactividad que actualmente sucede en las competencias y torneos argentinos sigue, con estos acuerdos, los futbolistas se aseguran de quitar el miedo de quedarse sin trabajo. También se acordó la posibilidad del receso veraniego en el caso de necesitar ese periodo para completar probables jornadas pendientes.

Por Franco Torres