La economía de los youtubers en época de coronavirus

El coronavirus desde que apareció generó muchos problemas económicos en todo el mundo, algunas personas tuvieron que cerrar sus negocios o sufrieron una reducción en […]

El coronavirus desde que apareció generó muchos problemas económicos en todo el mundo, algunas personas tuvieron que cerrar sus negocios o sufrieron una reducción en sus sueldos, algo que le está ocurriendo a los youtubers que dependen de la publicidad que suban las marcas, entre otros factores para mantenerse.

La principal fuente de ingresos para los youtubers es YouTube pero para poder comenzar a obtener ganancias deben cumplir con algunos requisitos del Partner Program, entre ellas crearse una cuenta en Google AdSense que se encarga de tramitar los pagos además de poder poner anuncios, y luego llegar a tener 100 suscriptores para poder monetizar con sus vídeos por cada vista, que por cada 1000 visualizaciones cobran entre U$ 0,60 y U$ 5,00 aproximadamente.

Con el tiempo comenzaron a haber problemas con los anuncios porque el programa los difundía de forma automática, por ende, había propagandas de marcas importantes en vídeos ofensivos. Cómo el caso emblemático de Logan Paul que en 2017 publicó un vídeo mostrando un cadáver en el «bosque de suicidios» de Japón.

Gracias a estos hechos, YouTube generó un algoritmo que se encarga de que los usuarios cumplan con nuevos criterios de monetización, cómo tener como mínimo cuatro mil horas de visualización en los últimos 12 meses y producir contenido que esté de acuerdo con los criterios de la plataforma. También crearon nuevas formas de ganar dinero como el súper chat que son mensajes pagos que puede hacer la gente mientras se hacen directos y ser miembro de un canal que consiste en pagar mensualmente una membresía que te dan acceso a contenido exclusivo que suba cada usuario.

Sin embargo, a algunos youtubers no les alcanza con lo que puedan llegar a ganar y hacen convenios con marcas directamente, venden merchandising de sus canales, van a convenciones o escriben libros. Aunque algunas de estas actividades están paradas por el coronavirus y genera una reducción en sus ingresos, sumado a que hay marcas que no suben mucha publicidad como hacían antes de la pandemia.

Sede de YouTube ubicada en San Bruno, California, Estados Unidos.

Facundo Pellegrini, 2do A Turno: Mañana