Marcos Villalobo: «Mi primera nota en el El Gráfico la tengo encuadrada»

Historias de periodistas en el marco del centenario de la revista El Gráfico. Marcos Villalobo soñó desde pequeño con poder tener una nota en la […]

Historias de periodistas en el marco del centenario de la revista El Gráfico. Marcos Villalobo soñó desde pequeño con poder tener una nota en la tapa El Gráfico. El cordobés tuvo una participación destacada en la revista, entrevistando a deportistas de su amada provincia como le cuenta a Pirámide Invertida, continuación.

-¿Quién te convocó para formar parte de El Gráfico?

–  Acá en Córdoba trabajaba en el diario La Mañana de Córdoba que ya no existe al igual que El Gráfico. Yo en ese momento escribía y conocía a Martín Mazur uno de los editores. En un momento también publicaba en un medio español y ahí había publicado un cuento y ese mismo cuento se lo mandé, entre otros, a Martín Mazur. Le pareció interesante y me dijo si me interesaba que me propusieran para escribir para El Gráfico y le dije por supuesto, es el sueño de todos. A la semana me convocaron que presentara temas desde Córdoba, en ese momento no había nadie en Córdoba y que presentara distintos temas y a partir de ahí ellos seleccionaban lo que les gustaba. Mandaba una lista de posibles temas que, eso fue en el 2013, mandaba temas y a partir de allí ellos seleccionaban cual les parecía para la revista. Así empezó lo mío, fue a fines del 2012 y yo empecé a escribir en febrero del 2013.

-¿Cuál fue la historia que más te gustó contar en El Gráfico?

-La primera nota la tengo encuadrada en mi departamento por lo que significó El Gráfico para mí, yo soy del interior  y  de pronto escribir en El Gráfico para mí era como haber llegado, ya que no era futbolista, como periodista.  Esa primera nota se llamó «viaje al olvido» que contaba historias de un chico que le pegan un pelotazo en la cabeza y pierde la memoria, tardó 46 días en recordarla. Había perdido la memoria totalmente, no reconocía nada y un día en una fiesta escuchando una canción de La «Mona» Jiménez recupera la memoria. Por esa nota recibí el premio Adepa en el 2013, por eso la primer nota es la más querida.

– ¿Pensás que tuviste una gran oportunidad de participar en El Gráfico siendo un periodista que no residía en Capital Federal?

-Le agradecí a Dios porque tuve muy buenos compañeros, si bien yo no estaba en la redacción, mi contacto con ellos era por correo, por whatsapp o por teléfono. Todos te hablan de la prensa que tenía El Gráfico, y yo le puedo dar fe más allá de no haber estado en la redacción estuve con Martín Mazur, Elías Perugino, Diego Borinsky, tres maestros del periodismo.
Para las notas el hecho de presentarse acá en Córdoba hablar y darte a conocer como El Gráfico, te genera un respeto de los propios protagonistas porque comúnmente yo haciendo notas a gente mayor la cual creció teniendo El Gráfico como el gran símbolo y era un respeto muy grande. Solo puedo hablar lo que significo para mi El Gráfico significó en todo sentido, profesionalmente y personalmente por el hecho del trato con la gente.

-¿Por qué la admiración por Paulo Dybala?

-La primer nota en un medio gráfico a Paulo Dybala la hice yo para el diario La Mañana de Córdoba, Paulo todavía no había debutado en la primera de Instituto, recién estaba entrenando con el plantel profesional. Previo a eso yo en esa época cubría mucho a Instituto y me di cuenta que iba a ser un fenómeno. Empecé a tener una buena relación con Paulo, era el segundo partido que jugaba y cuando ya hace su primer gol en Mar del Plata frente a Aldosivi, me comunico por Facebook y le dije paulo te escribí un texto donde mucha gente habla bien de vos. Le escribo de titular los maestros de la joya, le pregunte si le gustaba «La Joya», me dijo que si y a partir de ahí se le empezó a decir la joya. Con Paulo, no puedo decir que soy amigo, pero puedo decir que tengo una muy buena relación y eso me permitió poder hacer el libro. Además todos los amigos de él me ayudaron muchísimo para poder hacerlo, así que por eso he seguido toda la carrera antes de que debutara.

– Vos pudiste participar en El Gráfico y Dybala ser un crack, ambos cordobeses…

-Todo tiene que ver con todo, como te decía antes, yo cuando jugaba al fútbol para mi el sueño era ser futbolista y mi sueño era ser la tapa de El Gráfico algún día, no fui futbolista claro esta y mi nota que le hago a Paulo Dybala para El Gráfico fue la tapa. Mas allá que Paulo Dybala era la tapa de El Gráfico era como que yo había llegado a la tapa siendo periodista, fue como cerrar un círculo, así que también tiene esa unión con «Paulito».

– ¿Cuál es la función de un periodista?

-La función del periodista es tan amplio que uno a lo mejor se puede quedar corto y decir algo que no lo abarca porque justamente es muy amplio. Creo en el caso mio que es poder visibilizar situaciones, poder contar hechos que puedan serle útil a la sociedad, siempre respetando a la sociedad a partir de ahí es que  yo empecé a hablar de Paulo Dybala cuando no era Paulo Dybala y así me gustó siempre poder contar historias de gente que a lo mejor no sale en la tele y no es ‘multifamosa’, sino que justamente poder visibilizar otras situaciones.

– Sos periodista desde 1998, ¿Cambió la forma de hacer periodismo?

-Sí, sin duda. Me ha tocado por la edad mía abarcar toda esa transición, ha cambiado su forma, las herramientas que se usan, el vocabulario, el lenguaje, muchísimo creo que ha cambiado desde que yo arranque. Por ejemplo: yo soy admirador de los viejos periodistas y uno trató de imitarlos siempre, yo por ejemplo la cancha hasta hace muy poquito tiempo después del partido iba con un anotador y una lapicera y anotaba lo que hablaban los jugadores, no grababa, tomaba nota, hoy es imposible, además no tiene sentido tampoco. Yo lo hacía hace muy poco, para mí para ese momento me era muy útil porque no tenía que andar desgrabando después sino que rápidamente lo hacía para el papel en ese momento y ahora con las redes sociales no tiene sentido, sino que uno lo puede grabar, filmar. También antes se tenía un mayor respeto por la palabra, por lo que uno iba a decir, buscaba muchas más fuentes. Hoy las estaciones te dicen cualquier palabra, el vocabulario se perdió un poco de respeto y a veces lo nota una que con las redes sociales hay menos búsqueda de fuente.

Está bien o está mal es distinto, a mí me gusta más el anterior. También entiendo que no es por uno ser romántico  ni decir que lo de antes era mejor pero es distinto. El de antes también tenía una rigurosidad y había que buscarlo desde otro lugar, y hoy hay más acceso, ni mejor ni peor, distinto. Cambió y mucho.

 

FRANCO DUARTE 2 «A» T.M