De la ola verde a la naranja

El año 2018, cuál transcurrimos, será muy recordado por gran parte del pueblo argentino. Ya que pasaron cosas malas, tanto en el ámbito social, económico […]

El año 2018, cuál transcurrimos, será muy recordado por gran parte del pueblo argentino.

Ya que pasaron cosas malas, tanto en el ámbito social, económico y político, pero igual cosas buenas, como la unión de la gran mayoría del los habitantes, en búsqueda de una mejor calidad de vida.

Una de las razones por la cual la sociedad argentina se unió para luchar, es la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Dicha lucha se ve reflejada en todas las calles de Argentina, mediante marchas o cosas más simples como la utilización del pañuelo verde que caracteriza esta movilización en busca del aborto legal, seguro y gratuito. Este derecho sigue sin ser legal para todas las mujeres que quieran abortar ya que la honorable cámara del Senado de la Nación no junto la cantidad necesaria de votos positivos para legalizar el aborto.

Gran parte de los votos negativos de los senadores fueron gracias a que la política nacional está fuertemente influenciada por el catolicismo y esto tiene un gran impacto en las medidas que toma el gobierno. Y gracias a esto se abrió otro gran debate, la relación que hay entre el Estado y la Iglesia Católica.

El no al aborto legal por parte de los senadores genero que una gran cantidad de gente que hizo los tramites necesarios para dejar de formar parte del catolicismo, ya que entendieron que las políticas del estado tienen que estar por separadas de las políticas de la Iglesia, y deben ser asunto separado.

El estado argentino, por normas de la Constitución Nacional, debe financiar el culto católico apostólico romano. Gracias a ese artículo de la Constitución, el estado en 2018 dedicara más de 130 millones de pesos para pagar sueldos de los obispos. Estos, por mes, cobran alrededor de $47.000.

Por esta razón, los argentinos empezaron a luchar por un Estado Laico, el cuál constaría de una cultura de convivencia pacífica entre la política y todas las religiones, ya que el Estado tendría que ser de todos y no tener una religión en particular. Dicha lucha, al igual que la del aborto legal se ve reflejada en la calle, mediante movilizaciones, pintadas y más. Pero también con un pañuelo, este de color naranja, como icono principal de la lucha, que se hace visible en la calle cada vez mas en las pertenencias de los habitantes de todo el país.
Los pañuelos naranja que apoyan dicha lucha son una clara muestra de lo que están buscando los ciudadanos argentinos.

Una producción especial de: Elias Cardozo Bernal, Rodrigo Zalazar, Martín Muller e Ignacio Jara