Forjar y escribir la historia de Chivilcoy, desde la raíz

A Vicente Antonio Savona, oriundo de la ciudad de Chivilcoy, el interés por saber de dónde eran sus raíces lo llevó a integrar los consejos […]

A Vicente Antonio Savona, oriundo de la ciudad de Chivilcoy, el interés por saber de dónde eran sus raíces lo llevó a integrar los consejos directivos de una institución italiana de esa urbe bonaerense. Cuenta cómo llegó su familia a Argentina y el largo camino que atravesó para lograr lo que hoy logró.

-¿A qué edad decidieron venir tus padres a la Argentina?

-Mis abuelos trajeron a mis padres de muy pequeños. Mi papá vino a los cuatro años y se llamaba Calogero, pero decían que acá en Argentina la traducción era Carlos. Mi mamá, a los dos años y se llamaba Jusepina, que en español era Josefa, ambos oriundos de Menfis (Italia). Vinieron porque en Italia 100 años atrás no había recursos para trabajar; la tierra allá era amarilla, diferente a la de acá. Tomaron la decisión de venir por un mejor futuro.

-¿Qué trabajos realizaban en Italia?

-Mis padres siempre me comentaban lo difícil que era poder sobrevivir en esa época, mis abuelos realizaban trabajos rurales.

-¿Cómo eran los trabajos de los inmigrantes en Chivilcoy?

-Cien años atrás, los inmigrantes trabajaban con el maíz, iban al campo durante dos meses y los juntaban para venderlo. Algunos para comprar la comida, lo comercializaban como si fuera dinero.

-¿Y qué hiciste durante el paso de los años? 

-Primero me hicieron estudiar. Mi padre me ayudaba con mis hermanos Pablo y Silvestre. Mi papá falleció a los 44 años y como mi mamá tenía 36/37 años, y tenía 8 hijos, yo a los 6 años vendía por el centro de Chivilcoy flores y verduras, porque para ella era muy difícil dar de comer a tantos hijos. Aparte de que uno de mis hermanos, en ese momento, estaba haciendo el servicio militar y hasta que cumplió los 6 meses no lo dejaron ir.

-¿Cómo te surgió la idea crear la organización de inmigrantes? 

-A mí siempre me gustó saber bien de dónde eran mis raíces. Comencé solo con esto, después se fue sumando gente. Gracias a esta organización logré que muchas familias de Italia y Argentina se pudieran conocer, mucha gente me felicitó porque era la primera vez que viajaban familias a Italia para conocer a sus allegados y viceversa. La decisión fue tomada más que nada porque quería que mis hijos y mis nietos supieran de dónde venían y que quedara para siempre.

-¿En Chivilcoy realizaste algún evento?

-En Chivilcoy, gracias al municipio de la ciudad pude poner en una de las calles el nombre “Vía Menfis”, que allá “vía” significa “calle”. Le pedí permiso a la municipalidad y me dieron la autorización.

-¿A Italia cada cuántos años vas? ¿Tu familia sigue viviendo allá?

-Comencé a viajar en el año 1984. Viajé 13 veces. El año pasado realicé el último viaje, donde llevé un busto de San Martín para colocar en la plaza. De mi familia, hace pocos años, fallecieron un tío y una tía, pero sí tengo primos que tienen mi edad. Los menfitanos lo recibieron muy bien, porque muchos descendientes se han ido y nunca volvieron. Nosotros siempre volvemos.

-Escribiste un libro ¿En qué consiste?

-Habla de los inmigrantes y de mi vida. Gran parte del libro está relacionado con lo que yo hice y con mi familia. Escribía de las 12 de la noche a las 2 de la mañana, todas las noches, durante dos años.

-¿Cómo le fue en las ventas y cuál fue su repercusión?

-En un plazo de 15 a 20 días se vendieron todos los libros y están en Chivilcoy, Italia, Norteamérica, Brasil, Uruguay y España. También he regalado libros a las escuelas y uno a la biblioteca popular. Es muy consultado para muchas cosas.

-¿Cómo era Chivilcoy antes de lo que es ahora?

-Hace 100 años era una de las ciudades más importantes de la provincia y del país casi que también. En 1869, cuando Sarmiento manda a hacer el primer censo nacional, Chivilcoy tenía 14.500 habitantes. Y cuando él pasó por Chivilcoy dijo: “Yo quiero tener 100 Chivilcoy”. La capital del país tenía 295.000 habitantes y La Plata y Mar del Plata todavía no se habían fundado. Junín apenas tenía 890 habitantes. Después Chivilcoy se quedó atrás y recién hace 10 o 15 años que está repuntando, pero estuvo con 100 años de atraso y no creció porque no hubo políticos con la idea de antes de crecer, progresar y tener un buen futuro para sus hijos, nietos, etc.

Nicolás Savona y Gonzalo Grondona Bellani