El INCAA, la maquinaria que mueve el cine argentino

Seguramente se viene escuchado la palabra “inca” más veces de lo que acostumbran estos últimos días y no, no se debe a un gran descubrimiento […]

Seguramente se viene escuchado la palabra “inca” más veces de lo que acostumbran estos últimos días y no, no se debe a un gran descubrimiento arquitectónico relacionado al Imperio incaico que conocemos de las clases de historia. Esta vez hace referencia al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, el INCAA, y la razón por la que estuvo en boca de todos probablemente sea la menos deseada, ya que se ha visto envuelto en rumores de corrupción que terminaron con varios nombres importantes apartados de sus cargos en el instituto.

No está de más en un momento como este, donde reinan la desinformación y el desconocimiento, dar a conocer cuáles son las funciones y cómo es que se maneja el INCAA.

Como detalla el sitio web oficial del INCAA, su principal tarea es “promover, fomentar, fortalecer y regular la producción audiovisual en territorio argentino”. Para cumplir con esta máxima se vale, entre otras herramientas, del Fondo de Fomento Cinematográfico, a través del cual y gracias al otorgamiento de créditos y subsidios se promueve la cinematografía nacional. Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que el INCAA no es un ente estatal, por lo que se vale de sus propios métodos (externos al gobierno) para financiarse; a pesar de esta característica el instituto funciona en el ámbito del Ministerio de Cultura de la Nación.

El presupuesto con el que cuenta el INCAA está a la vista de todos en su página web y para este año es de $2.855 millones. Este monto es superior al que manejan algunos ministerios como el de Turismo y Modernización. ¿Cómo recaudan este dinero? Mayormente a través del Fondo de Fomento antes mencionado y que está compuesto  por el 10% de cada entrada de cine; el 10% del precio de venta de “videogramas grabados”  y el 25% de lo recaudado por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) con los impuestos a la facturación de los canales de televisión y servicios de cable. Además, casi un 18% de su presupuesto es aportado por el Tesoro Nacional.

El poder en el instituto se podría dividir en tres grupos: Presidente y Vicepresidente, la Asamblea Federal y el Consejo Asesor. El presidente del INCAA es a su vez máxima autoridad en la Asamblea, que completa sus integrantes con Secretarios de Cultura de los poderes ejecutivos provinciales y del Gobierno de  la Ciudad de Buenos Aires. Finalmente el Consejo está conformado por once miembros que son asignados por el Poder Ejecutivo Nacional; seis serán representantes de los diferentes sectores cinematográficos y los cinco restantes los propone la Asamblea y son personalidades de la cultura por cada región del país.

Así se maneja el máximo ente cinematográfico del país; y en los últimos años ha ayudado a crecer de manera de exponencial la industria y el mercado del cine. Según los últimos datos disponibles del INCAA, en 2015 hubo más de 52 millones de espectadores de películas (nacionales y extranjeras) en el país, lo que significa un récord desde que en 2005 se empezaran a computar esos datos. Si vemos el porcentaje que representa al de las películas nacionales se puede ver un aumento del 12,5% al 14,5% entre 2005 y 2015. Si bien este aumento puede no parecer muy alto, es en la cantidad de estrenos de películas nacionales donde se ve una gran subida en los porcentajes, que pasaron de un 27% a un 42,5% en el período de 2006 a 2015. Esto indica un gran incremento y por lo tanto un paso hacia adelante para la industria cinematográfica argentina.

Hoy, el futuro del INCAA es más incierto que nunca, pero solo se puede esperar que se siga por la dirección correcta hacia un mejor cine nacional.

Nicolás Albino y Martín Feijóo