Una entidad pensada para proteger a los chicos porteños

Las puertas de uno de los cuatro ascensores del edificio ubicado en la Avenida Roque Sáenz Peña 832, en el microcentro porteño, se abren en […]

Las puertas de uno de los cuatro ascensores del edificio ubicado en la Avenida Roque Sáenz Peña 832, en el microcentro porteño, se abren en el tercer piso. De inmediato, uno puede observar la recepción, y a su derecha, un importante número de personas entre los cuales hay padres, madres y tutores. También se observan muchos niños. Algunos sentados en los asientos de plástico del pasillo principal, otros de pie. Aunque acuden por diferentes motivos, todos parecen unirse con la expresión de sus rostros, una mezcla de dolor y preocupación, con esperanza y pedido de auxilio.

Ese auxilio comenzó a gestarse en el año 1988, a través de la Legislatura porteña, la cual sancionó la Ley 114 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y creó posteriormente el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNyA).

En el 2007, con la ley nacional de Promoción y Protección de Derechos, la 26.061, el CDNNYA se convirtió en Autoridad de Aplicación. Esto significa que dicho organismo adopta medidas de protección integral de derechos en articulación con la familia, la comunidad, los organismos estatales y el poder judicial. Tiene como principal finalidad, promover, proteger y garantizar los derechos de todos los niños y adolescentes y su función es la de brindar asesoramiento y patrocinio gratuito para la reparación de derechos vulnerados en situaciones particulares. Es un organismo especializado para la promoción y articulación de las políticas públicas destinadas a la población infanto-juvenil, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.

Para ello cuenta con un área centralizada compuesta por diferentes programas como el de la línea 102: un servicio telefónico gratuito que funciona las 24 horas horas del día, los 365 días del año y que recibe todo tipo de consultas que involucren a chicos de hasta 18 años.

Silvina Fuoco, trabajadora social, de 37 años y más de cuatro en el área, deja su conclusión para Pirámide Invertida: “Lo que se busca es promover los derechos de los chicos, prevenir situaciones en donde se vulneren los mismos y brindar herramientas para que si han sido vulnerados puedan ser restituidos.

Claudia Esposito, psicóloga social, de 55 años y 8 en el sector, comenta, por su parte: “La línea es principalmente para que los niños puedan efectuar consultas, pero está abierta a que todos puedan comunicarse: madres, padres, abuelos, otros familiares y docentes, siempre que dichas consultas sean referentes a temas de niñas, niños y adolescentes. La gente llama para conocer sus derechos: si sentís que los mismos no son respetados en tu casa, en la escuela o en tu espacio comunitario. Si conoces a un amigo cuyos derechos están siendo vulnerados o si necesitas orientación, información frente a algún problema”.

Además, el organismo cuenta con una Guardia Jurídica Permanente, que interviene en toda situación de urgencia y emergencia ante la amenaza a los derechos de los chicos.

Por otro lado, el Departamento Registro de Publicación y Búsqueda de Chicos Perdidos, se encarga de buscar a los que, cuyo paradero, es desconocido por sus progenitores y/o responsables.

El Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (RUAGA), ubicado en su Anexo de la calle Bartolomé Mitre 648, tiene como propósito cumplir con el derecho del niño/a, a tener una familia y a su vez, posibilita a matrimonios o personas que se ofrezcan a adoptarlos. El Departamento Contra Toda Forma De Explotación garantiza el acceso a las políticas públicas de los chicos que se encuentren en alguna situación de trabajo infantil, pornografía infantil, explotación laboral y/o sexual.

A su vez, el Centro de Atención Transitoria (CAT), con sede en la calle Castañón 1060, en Flores, alberga a chicos que tras una vulneración de derechos requieren alojamiento transitorio, convirtiéndose en voluntaria su permanencia dentro del mismo.

Por último se encuentra el área descentralizada que está compuesta por las Defensorías Zonales, 15 en total, dispuestas en los distintos barrios de la ciudad, las cuales realizan tareas administrativas, pero también atienden diferentes casos relacionados con la problemática infanto-juvenil.

El consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes: una estructura diagramada para hacer un poco más justo el día a día de los chicos porteños.

Por Diego Pirpignani